Ellos deciden lo que nos gusta

Damien Hirst. Larry Gagosian. François Pinault. Nicholas Serota. Estos nombres poco familiares corresponden a los cuatro hombres más poderosos del mundo del arte (pintura, escultura, instalaciones y arquitectura) hoy, según la revista ArtReview. Hirst es un artista, Gagosian un galerista, Pinault un coleccionista y el dueño de Christie's y Serota el director de la Tate Gallery. La valoración de ArtReview, naturalmente, es subjetiva y susceptible de crítica. El mismo concepto de poder en el arte es algo difícilmente definible. Sin embargo, la lista representa una fotografía rica de motivos de reflexión.

A pesar de que millones de personas pisen cada año los pasillos de las galerías de arte contemporáneo, los hombres clave de ese mundo permanecen por lo general desconocidos. "Esa lista es en cierta medida el reflejo de la industria del arte y de su falsa democratización. Es una paradoja, pero me parece que el arte se acerca cada vez más a la industria farmacéutica: la gente consume medicamentos, pero no sabe cómo están hechos, quiénes los hacen ni quiénes son los dueños de los laboratorios", observa Estrella de Diego, profesora de Arte Contemporáneo en la Complutense de Madrid.

"La lista evidencia una contradicción", coincide Manuel Borja-Villel, director del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. "En ninguna época de la historia el arte había sido más popular. Pero, a la vez, vivimos una de las épocas más bajas en cuanto a conocimiento, a calidad del debate artístico. La idea de que el acceso al arte, en sí, ya es suficiente, es una falacia. Que mucha gente entre en los museos no significa nada. La gente entra, incluso reconoce las obras de algunos artistas. Pero es como reconocer las etiquetas de las prendas. La obra de arte es, en ese esquema de arte-mercado, algo como una mercancía. Reconocer no es suficiente. Habría que conocer. Y aquellos paseos por los museos se parecen más a consumo que a educación", dice.

"La lista no es algo objetivo, y cambiaría variando los criterios de selección y los expertos consultados. Pero en la perspectiva de la industria del arte, tiene lógica colocar a Damien Hirst en el número uno: él es el prototipo del artista-estrella. Y también es lógico que los artistas sean en ella una categoría minoritaria", argumenta De Diego. Sólo son el 20%. Al igual que las mujeres.

"Me parece muy significativo, además, que en la lista no estén incluidos los pensadores", avanza Borja-Villel. "Se asume que los pensadores no tienen poder. Por otra parte se subraya la hegemonía anglosajona", prosigue el director. "Pero si la lista tuviera que reflejar la calidad y no el poder, seguramente resultaría un cuadro distinto. Hay cosas fantásticas que se están haciendo en Asia o en América Latina, por ejemplo".

1. DAMIEN HIRST ARTISTA

Hace 20 años, el hombre que hoy ArtReview pone en el número uno en su lista tuvo que pasar un mal trago al ser rechazado por el St. Martin's College de Londres, donde el joven Hirst (Bristol, 1965) pretendía estudiar arte. Sin embargo, el golpe no desanimó las pretensiones artísticas de Hirst, que fue poco después aceptado por el Goldsmiths College y que incluso antes de licenciarse, en 1988, organizó Freeze, una exposición que tuvo un clamoroso éxito con obras suyas y de sus colegas. Muchos ven en Freeze el nacimiento del grupo Young British Artists, la vanguardia que protagonizó la escena artística británica durante los noventa y de la que Hirst ha sido el líder.

Hoy Hirst es un artista muy valorado, muy expuesto y muy controvertido. Una de sus obras, la instalación Pharmacy, fue vendida por unos 16 millones de euros en Sotheby's en 2004. Sin embargo, sus obras más conocidas son quizá las de la serie The natural history, en la que animales muertos aparecen como memento mori.

El tema central de su trabajo es la exploración de la mortalidad. "Espero que mis obras hagan a la gente reflexionar sobre todo lo que dan por supuesto. Como el fumar, el sexo, los anuncios... y la vida y la muerte. Quiero que la gente se asuste, tenga miedo de lo que ya saben. Y que eso les haga reflexionar y preguntar", dijo.

2. LARRY GAGOSIAN GALERISTA

El dueño de las galerías de arte más influyentes de Nueva York y Londres empezó en los años setenta vendiendo pósters en Los Ángeles, donde nació en 1945. "Los compraba a 2 o 3 dólares, los enmarcaba y los vendía por 15", dijo una vez. Hoy Go-Go, su apodo, exhibe, compra y vende las obras de muchos de los artistas más valorados del planeta: Richard Serra (número 13 en la lista), Ed Ruscha (39), Jeff Koons (62) y el propio Hirst. Gagosian representa también a los herederos de Andy Warhol.

El formidable ascenso de Gagosian hacia la cuna del arte moderno sin embargo no queda exento de sombras. El galerista tuvo problemas con la justicia estadounidense por la supuesta evasión del pago de impuestos por un valor de 22 millones de euros.

3. FRANÇOIS PINAULT COLECCIONISTA

Obras de Miró, Pollock, Modigliani, Warhol, Picasso y Gauguin. La casa de subastas Christie's. La Fnac. Gucci. El patrimonio del hombre de negocios y apasionado coleccionista de arte François Pinault es tan fabuloso que, en septiembre del año 2000, el magnate francés, de 69 años, decidió comprar parte del suelo de las antiguas fábricas Renault de la isla Seguin, en las afueras de París, para edificar allí un museo de arte contemporáneo que exhibiera las maravillas de su colección. El proyecto tenía un presupuesto de 150 millones de euros.

Exasperado por los infinitos trámites burocráticos y la escasa colaboración de la Administración francesa, hace dos meses, Pinault decidió abandonar el proyecto y exhibir su colección en el Palazzo Grassi de Venecia. El mundo del arte espera con curiosidad la exposición, ya que Pinault nunca ha querido especificar todo lo que posee.

4. NICHOLAS SEROTA DIRECTOR DE TATE GALLERIES

"El señor de las Tate Galleries, el genio detrás de la escena artística británica". Ésa es la definición que dio el diario inglés The Times del director de las galerías Tate. Bajo su mando, la Tate Modern se ha convertido en el museo de arte moderno más visitado del mundo, con cuatro millones de visitantes al año. El Centro Pompidou recibe a 3,5 millones. El Guggenheim de Bilbao 900.000. Hijo de inmigrantes judíos, de 57 años, Serota estudió en Cambridge. A los 27 era ya el director del Museo de Arte Moderno de Oxford. Es difusamente considerado como el principal artífice del renacimiento artístico vivido por Londres y el Reino Unido en los últimos 15 años.