Un boceto de 'Las señoritas de Aviñón', vendido por 11,3 millones

Un boceto de Las señoritas de Aviñón, de Picasso, titulado Nu Jaune (1907), batió el martes en Nueva York el récord del artista español por un dibujo en papel al venderse por 11,3 millones de euros. La casa de subastas Sotheby's había estimado su precio alrededor de los 3,3 millones de euros, pero la obra, un colorido guache cubista, había despertado tanta expectación que desató una intensa lucha entre seis compradores. Olivier Berggruen, hijo del coleccionista alemán Heinz Berggruen, consiguió llevarse el dibujo, provocando un fuerte aplauso entre los asistentes. Su familia es propietaria en Berlín de un museo que lleva su apellido y al que ahora se unirá esta obra, que provenía de la colección de Josephine y Walter Buhl Ford II, nietos de Henry Ford. El Museo Berggruen ya contaba con otros 26 dibujos y acuarelas de Picasso pertenecientes al último periodo de su vida.

El precio alcanzado por Nu Jaune, el más alto de una noche dedicada al arte moderno, superó incluso al cuadro de Monet Le Grand Canal, que partía como pieza estrella de la subasta de Sotheby's y que, pese a haberse estimado entre 9,9 y 13,2 millones de euros, se vendió por 10,6 a un comprador anónimo. Sin embargo, Le pont japoneis (1918-24), otro monet tardío por el que se esperaba conseguir un máximo de 1,6 millones de euros, fue vendido contra todo pronóstico por 4,2 millones. La noche también marcó nuevos récords en los precios de otro artista, Berthe Morisot, del que se vendió la obra Cache-cache por el mismo precio.

La subasta superó las expectativas de los organizadores, que habían vaticinado conseguir 103,5 millones de euros y cerraron la noche con 107,8 millones en ventas. De los 60 lotes ofrecidos, sólo ocho encontraron comprador. "Creo que el éxito de esta noche radica en haber sido capaces de ofrecer estimaciones razonables sobre las obras ofrecidas", declaró al terminar la subasta David Norman, copresidente del Departamento de Arte impresionista y moderno de Sotheby's. Ser conservador en las estimaciones, la estrategia opuesta a la utilizada por Christie's la noche anterior, definitivamente ayudó al éxito de esta subasta, según The New York Times.