El vicepresidente acepta la dimisión "con profundo pesar"
El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, recordó ayer que su ya ex jefe de Gabinete y asesor de Seguridad Nacional, Lewis Scooter Libby, debe ser considerado inocente hasta que se demuestre su culpabilidad, después de que el fiscal especial Patrick Fitzgerald, encargado de investigar el llamado caso Plame, presentase cinco cargos contra Libby por perjurio, falso testimonio y obstrucción a la justicia.
Tras conocer los cargos, Libby presentó inmediatamente su dimisión, que la Casa Blanca aceptó. En un comunicado, Cheney afirmó que ha aceptado la dimisión de su hombre de confianza "con profundo pesar". El vicepresidente no hizo comentarios sobre los cargos que se achacan al ex alto funcionario o sobre el proceso legal, dado que existe un sumario abierto.
Cheney, quien hoy se encontraba en Savannah (Georgia) para dar un discurso, subrayó que Libby "es uno de los individuos más capaces y con más talento" que jamás ha conocido. "Ha dedicado muchos años de su vida al servicio público y ha servido a nuestro país de manera incansable y con gran distinción", agregó. Según el vicepresidente, "un acusado goza de presunción de inocencia hasta que se demuestra lo contrario ante un jurado y tras disponer de la oportunidad de responder a los cargos y dar a conocer los hechos". "El señor Libby tiene derecho a esa oportunidad", afirmó.
El abogado, de 55 años, ha disfrutado de una influencia en la Casa Blanca inusual para una persona con su cargo. A diferencia de sus predecesores, Libby ha asistido regularmente a las reuniones semanales de los principales asesores económicos de Bush.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.