Cuatro posibles mundos futuros

La intensidad del cambio climático en el siglo XXI y la velocidad a la que se manifiesten sus efectos dependerán de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, y éstas, a su vez, de parámetros económicos y sociales muy variables. Para orientar las proyecciones de futuro, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático desarrolló cuatro escenarios, o descripciones de mundos futuros posibles, en los que se combinan diferentes estrategias energéticas, de desarrollo, medioambientales, demográficas y sociopolíticas.

Los cuatro escenarios se denominan A1, A2, B1 y B2, y giran sobre dos ejes: uno de alternativas sostenibles o economicistas y otro de globalización creciente frente a regionalización. Las cuatro opciones de mundos posibles se han adaptado a Europa, asumiendo en el A1 la prevalencia de los combustibles fósiles. Con ellas se analiza la vulnerabilidad de Europa al cambio climático en el estudio presentado en Science.

- Crecimiento rápido. La Europa del escenario A1 adaptado tendría un crecimiento económico muy rápido, convergencia entre regiones, nivel de consumo alto, ligero incremento de la población, fuerte inversión en tecnología, buenos servicios de salud y educación y poco énfasis en la protección de la naturaleza. Las emisiones de gases de efecto invernadero serían altas en la segunda mitad del siglo, el aumento de temperatura sería de 4,4 grados y las lluvias en la Península disminuirían mucho.

- Crecimiento moderado. En A2 el crecimiento del PIB y el desarrollo económico serían moderados y estarían orientados regionalmente; las desigualdades de ingresos entre países desarrollados y en desarrollo no se reducirían; la población tendría un aumento constante; el desarrollo tecnológico sería menor y más desigual que en el caso anterior; la región ganaría peso frente al poder central, con un predominio del mercado; la protección medioambiental estaría en declive por la expansión urbana. Las emisiones serían todavía altas pero inferiores al escenario A1 y el aumento de la temperatura sería de 2,8 grados. La caída de las precipitaciones en la Península Ibérica sería alta.

- Modelo sostenible y global.

La Europa del mundo B1 tendería a un escenario global buscando soluciones sociales y medioambientales sostenibles; el crecimiento del PIB y el desarrollo serían moderados; la población aumentaría ligeramente para luego disminuir; el poder centralizado sería fuerte, con una intensa cooperación entre las regiones; la protección de la naturaleza sería una prioridad. Las emisiones serían considerablemente inferiores a las de los casos A1 y B; la temperatura subiría 3,1 grados y las precipitaciones disminuirían sensiblemente en la Península Ibérica.

- Escenario sostenible y local. En el mundo B2 prevalecería la escala local y la economía sostenible, con una tasa de desarrollo baja; se incentivarían la educación y el bienestar social; la población sería estable, y el cambio tecnológico, desigual; el poder local y regional estarían reforzados, con una alta participación ciudadana en la toma de decisiones; la protección del medio ambiente recibiría mucha atención, pero centrándose en la escala local. El nivel de emisiones en este escenario es el menor de los cuatro y el aumento de la temperatura, el más bajo, con 2,1 grados. Asimismo, sería menor la reducción de las lluvias en la Península.