Gallardón quiere abrir un túnel de cuatro kilómetros entre Campamento y la M-30

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha encargado a sus técnicos de Urbanismo

que proyecten una nueva infraestructura que permita desviar el tráfico que a diario entra en la capital por la autovía de Extremadura para acceder a la M-30. Los técnicos tienen la solución: hacer un túnel bajo el futuro barrio de Campamento y otro, de cuatro kilómetros, que conectaría Campamento con la M-30, a la altura del estadio Vicente Calderón.

Estas obras -que se realizarían a partir de 2007, en un hipotético segundo mandato de Ruiz-Gallardón- son necesarias para poner en marcha la Operación Campamento (la demolición de los antiguos cuarteles para edificar un nuevo barrio con 50.000 vecinos). El Plan General de Urbanismo impone al Ayuntamiento la obligación de realizar las infraestructuras necesarias con vistas al nuevo desarrollo.

El Consejo de Ministros desbloqueó el pasado 21 de enero la llamada Operación Campamento, un proyecto que ha surgido y ha quedado en el olvido en numerosas ocasiones a lo largo de los últimos 15 años. Supone que el Ministerio de Defensa cederá las 900 hectáreas que posee junto a la carretera de Extremadura para construir un nuevo barrio. "Es la operación más importante de esta legislatura", afirmó entonces la vicepresidenta del Gobierno central, María Teresa Fernández de la Vega. El barrio se creará en dos fases, y en la primera está previsto construir 10.700 viviendas, un 70% de ellas de precio protegido.

El 25 de enero, Gallardón firmó un protocolo de actuación con el ministro de Defensa, José Bono, y la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo. Ese convenio establecía las bases para el desarrollo del inmenso solar de Defensa, que supondrá el cierre por el suroeste de la capital. Pero eso obliga a crear las infraestructuras -calles y carreteras- que permitan los movimientos de los futuros residentes.