El precio del gasóleo, que se ha duplicado en dos años, moviliza al sector rural
El sector agrario andaluz se ha rebelado contra la escalada imparable en el precio del gasóleo agrícola, que en dos años casi se ha duplicado, pasando de los 0,39 euros por litro de septiembre de 2003 a 0,71 el último mes. Andalucía es la segunda comunidad que mayor cantidad de gasóleo agrícola consume -740 millones de litros, el 17% del total nacional-, sólo superada por Castilla y León. Esta circunstancia, unido a las pérdidas concretas que el sector ha tenido en Andalucía como consecuencia de la sequía y las heladas, ha disparado los costes de producción entre agricultores y ganaderos.
Asaja asegura que tan sólo en Andalucía las pérdidas por el incremento del coste del petróleo ascienden a 180 millones de euros, en concreto 60 millones de euros por el incremento del coste de los fertilizantes y 120 millones por el incremento de coste del gasóleo. Los costes de producción varían según los cultivos, siendo los máximos en la remolacha, alubias y guisante de regadíos y menores en el olivar.
Además, conlleva la subida de los precios de los plásticos, fertilizantes o de las infraestructuras de riego. Asaja exige para contrarrestar la subida de los precios del gasóleo una bajada de los índices de rendimiento neto en el régimen de estimación objetiva del IRPF, la condonación del IBI y la reducción del tipo a aplicar en el IVA del 16% al tipo reducido del 7%.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) se indica que el sector andaluz acumula pérdidas de 81 millones de euros por la subida del gasóleo B o agrícola. "Este carburante constituye uno de los inputs básicos de la actividad agraria y tiene por ello gran influencia en los costes de explotación", asegura Agustín Rodríguez, secretario general de UPA, que lamenta que la renta del agricultor no sólo se ve recortada por la subida del gasóleo (el que utilizan tractores y cosechadoras), sino también por las subidas experimentadas por los fertilizantes, que en este caso ha sido de más del 20% respecto a la campaña anterior.
"Evidentemente, son las explotaciones agrarias de carácter familiar las más afectadas por esta problemática, ya que su relación negociadora ante los distribuidores de gasóleo es más débil que el de las explotaciones agrarias de tipo empresarial, y por ello, el precio final al que consigue el producto suele ser más alto", añade Rodríguez, que califica como "insostenible" la situación. La UPA demanda ayudas directas por litro de gasóleo consumido para los dados de alta en el régimen agrario de la Seguridad Social, la eliminación del Impuesto Especial de Hidrocarburos, compensación a través del IVA en los productos que se comercializan, disminución del IRPF tanto para los módulos como para estimación directa y el pago inmediato de las ayudas al gasóleo del año 2004.
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