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Reportaje:

No hay quien entienda al doctor

Un centro sanitario de Nueva York donde conviven 140 idiomas crea un sistema para que médicos y pacientes logren comunicarse

El barrio de Queens, en Nueva York, es la concentración urbana más diversa del mundo. Una riqueza étnica que se ve nada más entrar en el Elmhurst Hospital Center, por el que pasan al año más de medio millón de pacientes. El 60% son hispanos. Pero no son los únicos. Hay chinos, paquistaníes, griegos, indios, polacos, italianos, rusos o franceses. Es una verdadera Torre de Babel, donde se pueden escuchar hasta 140 lenguas, incluido el vasco o el gallego, lo que plantea una importante barrera de comunicación entre médicos y pacientes, y que puede terminar en situaciones dramáticas.

El creciente problema de la barrera lingüística es común en los 11 centros de la red hospitalaria pública de Nueva York. Y una cesárea o náusea puede ser motivo de confusión si el paciente y sus familiares no entienden lo que le dice el doctor. "La incapacidad de comunicarse con eficacia por el límite del idioma es un importante obstáculo para que los pacientes puedan recibir un servicio médico seguro y apropiado", reconoce Antonia Novelo, consejera del Departamento de Salud, en una carta enviada a los hospitales de la región.

Hay cuatro millones de inmigrantes; la mitad tiene problemas para comunicarse en inglés
El método sirve de referencia en los hospitales de la ciudad, California o Florida

Esta misiva fue la reacción a las denuncias colectivas de los grupos de inmigrantes ante el fiscal general, Eliot Spitzer, en la que le piden que resuelva lo que consideran como una "barrera injusta" a un servicio sanitario para los pacientes con un dominio limitado del inglés. Los centros hospitalarios que reciben financiación pública en EE UU están obligados a tener un servicio de interpretación adecuado para atender a los pacientes que no dominan la lengua oficial del país. Según datos oficiales del censo, en Nueva York hay en torno a cuatro millones de inmigrantes, de los que la mitad tienen graves problemas para comunicarse en ingles.

"No aceptamos excusas", señala Margie McHugh, directora ejecutiva de la Coalición de Inmigrantes de Nueva York (NYIC), una organización que incluye a 150 grupos de inmigrantes y refugiados en el Estado. Ana Marian Archila, del Centro de Integración Latinoamericano, dice: "Una tercera parte de los pacientes no entienden el diagnóstico o el tratamiento que se les está dando en los centros de salud".

Las quejas y demandas de los pacientes no paran de crecer. Road by Walking, una organización que defiende los derechos de los inmigrantes, explica que de 40 pacientes hispanos entrevistados recientemente, el 85% fue incapaz de entender a sus médicos y explicarles sus síntomas. "El tratamiento médico es malo y confuso, y muchos esperaron durante horas para poder hablar con algún empleado del hospital que hablara español", señala Yorelis Vidal. El Estado de Nueva York establece que los pacientes deben disponer de un intérprete en un plazo máximo de 20 minutos, espera que en casos de emergencia se reduce a la mitad.

La vía más corriente, pero también la más costosa, es acudir a los servicios de interpretación telefónica que ofrecen AT&T o Cyraphone, que disponen de bancos de idiomas. El Elmhurst gastó el último año 1,5 millones de dólares en este servicio y, como indica Kiho Park, responsable de finanzas del hospital, la cifra va en aumento. Este sistema tiene además límites, porque para explicar determinadas dolencias, tratamientos o intervenciones se necesita un lenguaje técnico adecuado

Por eso el Elmhurst está desarrollando desde hace tres años su modelo de interpretación médica, con cursos especializados, y que ahora sirve como referencia para todos los hospitales en Nueva York, California, Nuevo México o Florida. Con financiación limitada por el continuo recorte de gastos en la asistencia sanitaria, el centro ha sido capaz de crear su propio sistema de diversidad lingüística, vía telefónica o cara a cara, que opera con 16 lenguas y que dirige Stefanie Trice.

"Los pacientes están tomando cada vez más conciencia de sus derechos", explica Trice, "y nuestro deber es tratarlos como si fueran nuestros familiares". El Elmhurst está trabajando además en la creación de un estándar para la formación de intérpretes médicos, que serviría de referencia en el resto del Estado. "Es importante proveer un servicio que se entienda", apunta el director ejecutivo del centro, Chris Constantino.

Susan Waltman, consejera general del Greater New York Hospital Association, organización integrada por 225 centros sanitarios, reconoce: "Llevamos varios años trabajando en el desarrollo de un sistema simultáneo de interpretación médica a gran escala. Pero la falta de recursos financieros es el principal impedimento". Una vía es obtener fondos a través de las partidas dedicadas al terrorismo, con el argumento de que un ataque químico podría generar un caos en los hospitales si no se cuenta con intérpretes.

Una mujer de origen dominicano, a la izquierda, viste a su hijo en el Elmhurst Hospital de Nueva York, en una imagen de archivo.
Una mujer de origen dominicano, a la izquierda, viste a su hijo en el Elmhurst Hospital de Nueva York, en una imagen de archivo.ASSOCIATED PRESS

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