Solbes autoriza el plan financiero de la capital pero impone controles

El Ministerio de Economía y Hacienda, que dirige Pedro Solbes, ha dado el visto bueno al Plan Económico-Financiero presentado por el Ayuntamiento de Madrid para los próximos tres años, un calendario de gastos e ingresos para que la hacienda de la capital alcance el equilibrio financiero en 2008. Sin embargo, el ministerio ha impuesto un requisito al Consistorio: fiscalizar cada año el cumplimiento del plan en los presupuestos.

El concejal de Hacienda, Juan Bravo, confirmó ayer que el Plan Económico-Financiero del Ayuntamiento cuenta con la autorización del Ministerio, que de momento sólo le ha sido notificada oficiosamente.

Este plan fue presentado al Gobierno central después de que fuera aprobado en el pleno municipal del pasado 26 de septiembre. En esta propuesta, el equipo de gobierno del Consistorio explica cómo logrará recuperar en los próximos dos años el equilibrio entre ingresos y gastos al que el obliga la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

Como el gobierno municipal se ha endeudado considerablemente, -ya que ha fijado una deuda para 2006 que asciende a 5.000 millones de euros, la más alta de todas las grandes ciudades españolas- el Ayuntamiento incumplía ese equilibrio hasta que a mediados de septiembre anunció su plan a los medios de comunicación.

Entonces desveló su fórmula estrella para superar el desajuste entre ingresos y gastos: las arcas municipales ingresarán 700 millones de euros entre 2006 y 2008, procedentes de la cesión a la Comunidad de Madrid del control sobre la depuración del agua en la capital durante los próximos 25 años.

Además, la concejalía ha previsto reducir las inversiones, después de años de obras. El alcalde anterior, José María Álvarez del Manzano (PP), gastó en su mandato entre 1999 y 2003 una media anual de 500 millones de euros en infraestructuras. El actual regidor, Alberto Ruiz-Gallardón, ha duplicado la cifra, hasta 966 millones anuales.

Sin embargo, a partir de 2008 las inversiones bajarán. De hecho, el alcalde ha anunciado ya que "no habrá más grandes obras en la próxima legislatura y probablemente tampoco en los siguientes 30 años".

Eso no significa que el Ayuntamiento no vaya a endeudarse más, puesto que seguirá contrayendo deuda los próximos dos años, aunque a partir de 2008 pretende que sea menor a lo que se pague, para amortizar.

Para lograr el equilibrio, el plan también introduce nuevas tasas, como la de grandes productores de residuos, o modifica otras, como la de los vados, que ahora pasa a cobrarse en función de los metros de calle que ocupa.

"El ministerio ha chequeado el plan que le habíamos presentado y nos ha avanzado que reconocen que con el plan alcanzamos el equilibrio presupuestario en 2008", afirmó el concejal de Hacienda. "Pero dado el volumen del presupuesto municipal [5.045 millones de euros para 2006], han optado por hacer una vigilancia anual del plan".

Este control supone que cada año el ministerio compruebe sobre la documentación enviada por la Concejalía de Hacienda si los presupuestos municipales, una vez aprobados por el pleno, cumplen con las previsiones de ingresos y gastos contempladas en el Plan Económico-Financiero. En caso de que el ministerio decida que incumplen, podrá negarle al equipo de gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón el endeudamiento previsto en el ejercicio siguiente, según explicó Bravo.

"La consecuencia será que el Ayuntamiento deba reducir la cantidad en la que se excede de los futuros presupuestos", agregó. Esta alternativa tendría también consecuencias de coste político para el equipo de gobierno de Ruiz-Gallardón.

Según la Ley de Haciendas Locales, los municipios que pretendan endeudarse por encima del máximo permitido -la ley fija el tope en el 110% de las operaciones de crédito- deben pedir permiso al ministerio.

Pero los municipios de más de 200.000 habitantes que se encuentren en esta situación, como es el caso del Ayuntamiento de Madrid, están habilitados por dicha ley para sustituir esa obligación por la presentación de un "escenario de consolidación presupuestaria", con un plazo superior al año, que permite solicitar ese endeudamiento en bloque, según el concejal de Hacienda.

Ésa era la intención de la Concejalía de Hacienda con el Plan Económico-Financiero: presentar una propuesta que no requiriera de la autorización anual del ministerio. "Había optado por presentar un escenario de consolidación presupuestaria a tres años, para evitar mandar la documentación cada año", precisó Juan Bravo, que reconoció que de todas maneras el Ministerio de Economía y Hacienda está facultado para reclamarle en cualquier momento la misma información.

"Ahora me aprueban un plan con vigilancia, pero lo asumo, porque no me preocupa. Estoy convencido de que voy a cumplir sin problemas el equilibrio financiero en 2008", afirmó el concejal Bravo.