El pleno de Málaga aprueba una subida de impuestos del 2,3%, menor a la previsión de IPC

El pleno municipal de Málaga aprobó ayer con los votos de la mayoría del PP las nuevas ordenanzas fiscales para el año 2006 que contemplan un incremento medio de los impuestos municipales del 2,3%, un punto menos que la previsión anual de inflación del Gobierno. Para la concejal de Economía, Carolina España, la revisión realizada tiene un claro "carácter social". El PSOE, que votó en contra, recordó la fuerte subida producida el año pasado, y consideró "falacia y pantomima" el esfuerzo de moderación proclamado por el PP.

La concejal de Economía recordó que la inflación interanual en el mes de septiembre se situó en el 3,7%, por lo que dijo que la diferencia con el IPC podría ser finalmente de de hasta 1,4 puntos. España calificó por ello de "tremendamente moderada" la política fiscal del PP, formación que dijo cumple con su compromiso de bajar los impuestos, y anunció que así lo seguirá haciendo en los próximos años.

La concejal aseguró además que la reforma fiscal para 2006 tiene un "marcado carácter social", y resaltó las bonificaciones y exenciones introducidas para beneficiar a los colectivos más desfavorecidos. Aseguró que en el año 2005 el Ayuntamiento ha recibido 3.600 solicitudes de bonificaciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), de las que se han atendido 3.000.

Como novedades resaltó una bonificación del 50% en el impuesto de construcciones para las cofradías que edifiquen una casa de hermandad o la actualización del límite del valor catastral de las viviendas hasta un máximo de 36.000 euros.

También dijo que la actualización de los impuestos ha sido participativa, pues aseguró que la propuesta del equipo municipal se debatió en los plenos de las juntas de distrito y se dio a conocer en colegios profesionales y otras organizaciones ciudadanas.

Para la portavoz del PSOE, Marisa Bustinduy, las nuevas tasas municipales no son "ni sociales ni participativas" porque no redundan en las clases más desfavorecidas. "Habría que apostar por una política redistributiva para que fueran unos impuestos realmente sociales", dijo, y solicitó al consistorio que elabore un mapa y un calendario fiscal que contemplen los diversos estratos sociales y distritos de la ciudad.

Bustinduy, que recordó la fuerte subida de impuestos que el equipo de gobierno aplicó en 2005, criticó que pese al constante incremento de los ingresos tributarios, el gasto público del consistorio no cesa de crecer y se ha desorbitado, y no se traducen en una mejora de los servicios.

La concejal socialista Inmaculada Pérez de Guzmán, enumeró algunas de estas deficiencias: "el transporte sigue siendo manifiestamente mejorable, la calidad del agua con la puesta en marcha de la desalobradora de El Atabal no le ha supuesto al ciudadano el ahorro anunciado, faltan policías locales y la ciudad sigue estando sucia".

La portavoz de IU, Isabel Martínez, criticó la estrategia "electoralista y partidista" del PP, al que acusó de incrementar fuertemente la presión fiscal en los primeros años de mandato y moderarla según se acercan las elecciones. Lamentó que el PP "es muy eficaz a la hora de cobrar y muy poco eficiente a la hora de invertir" y exigió al equipo de gobierno que clarifique cuales son los criterios para las bonificaciones fiscales.