El registro de maltratadores ha inscrito a 3.162 varones residentes en Euskadi

El Registro Central para la Protección de las Víctimas de la Violencia Doméstica ha inscrito a 3.457 personas residentes en Euskadi -el 91,46% de ellas hombres- como supuestas maltratadoras, según cifras del Ministerio de Justicia. Esta base de datos se creó en marzo de 2004, pero recoge las denuncias admitidas a trámite desde agosto de 2003, cuando echó a andar la orden de protección de quienes sufren maltrato en el ámbito familiar.

El registro central de maltratadores nació para mejorar la información de jueces, fiscales y policías a la hora de enfrentarse a las denuncias por violencia doméstica y proteger así mejor a las víctimas, mujeres en la aplastante mayoría de los casos. La base de datos contiene los datos personales del agresor, el delito del que se le acusa y las posibles medidas cautelares dictadas en su contra. También recoge los datos de la persona agredida y si cuenta o no con una orden de protección.

Según los datos de Justicia, el registro ha fichado hasta ahora a 3.457 personas que viven en Euskadi, de las que 3.162 (el 91,46%) son hombres. De ellos, el 80,8% (2.555) son españoles y el resto (607, el 19,2%), extranjeros. De las 295 mujeres incluidas en la base, 228 (77,3%) son españolas y 67 (22,7%), extranjeras.

No todas las personas que figuran en esta relación pueden considerarse oficialmente maltratadoras, pues muchos casos aún no se han juzgado. El registro tampoco refleja todas las situaciones de maltrato, pues sólo incluye las que se han traducido en una denuncia admitida a trámite. Los datos de los denunciados deben retirarse del registro cuando la demanda concluya con una sentencia absolutoria o se archive. Y en caso de condena firme, cuando prescriban los antecedentes.

Los abogados del turno de oficio de violencia doméstica no tienen acceso a la base de datos, pero les da igual. "Es como un registro de antecedentes, que podemos conocer por vía judicial", dice Lourdes Emparanza, letrada del turno de Guipúzcoa. Lo que sí echa de menos es un turno similar de psicólogos que funcione las 24 horas. "Las víctimas, sobre todo por la noche, lo primero que necesitan es atención psicológica y ayuda para tomar decisiones con claridad, entre ellas si denuncian a su agresor", comenta.

[G.A.A., un joven de 27 años, fue detenido el sábado por la Ertzaintza en San Sebastián por pegar durante una discusión a su compañera, quien tuvo que ser trasladada a un centro sanitario, según informó ayer Interior].