Aventuras de la Marina inglesa
'Capitán de mar y de guerra', de Patrick O'Brian, se ofrece mañana con EL PAÍS por 2,50 euros
"Lo bueno de luchar contra los españoles, no es que son cobardes, puesto que no lo son, sino el hecho de que nunca, nunca, están preparados". Patrick O'Brian parece justificar así el hecho de que durante la primera época napoleónica los navíos ingleses derrotaran una y otra vez a los españoles hasta que a mediados de 1808 ambas naciones dejaran de ser enemigas y se aliaran contra los franceses.
O'Brian (1914-2000) es, sin duda, el más importante y conocido escritor de novelas náuticas. Inglés de nacimiento pero irlandés de querencias, pasó los últimos años de su vida en la localidad francesa de Coliure. Temperamental y caballero, un verdadero gentleman, ha sabido como nadie reflejar en sus novelas una de las épocas más atractivas de la historia de la navegación: la de los grandes de navíos de línea que tuvo su fin tras la batalla de Trafalgar.
Esta novela es un verdadero tratado de navegación y de cómo era la vida a bordo de un barco en el año 1800
Capitán de mar y guerra es la primera de la serie de novelas náuticas más celebrada. Con el capitán Jack Aubrey -a quien encarnara cinematográficamente Russell Crowe en Master and commander- como protagonista, siempre bien secundado por el cirujano Stephen Maturin, O'Brian ha creado una pareja perfectamente complementaria, de ésas que tanto juego dan en la buena literatura.
Aubrey es el marino preparado, valiente y entregado a la causa de la defensa de su país, Inglaterra. Arrojado cuando es necesario, prudente cuando las circunstancias lo demandan, pendiente de la seguridad de sus hombres, a los que exige mucho pero compensa con creces, es el prototipo de héroe que cada país necesita en los momentos difíciles. En realidad, Jack Aubrey es un fiel retrato del almirante Nelson, a cuyas órdenes sirve en la flota británica del Mediterráneo. Y como él, no duda en participar en la batalla en primera línea de combate, lanzándose al abordaje, sable en mano si es preciso, a la cabeza de sus hombres. Refinado y elegante, capaz de emocionarse ante un concierto de Locatelli o un cuarteto de Mozart, ama por igual el mar y las mujeres, el combate y el amor, en una especie de duplicidad de sentimientos.
A su lado, el cirujano Maturin, que además acabará siendo uno de los espías más eficaces al servicio de su majestad británica, es el contrapunto del guerrero. Prudente y reservado, siempre está presto a salvar vidas y a restañar las heridas que su capitán va causando por doquier en las batallas en las que se sumerge con avidez.
En Capitán de mar y guerra, ambientada en el curso de las operaciones navales que la flota inglesa llevó a cabo en el Mediterráneo en el año 1800, Jack Aubrey acaba de ser ascendido a capitán y recibe el mando de su primer barco, una goleta llamada Sophie con la que realizará hazañas prodigiosas en las costas de África, frente a Barcelona y ante Gibraltar, se enfrentará a corsarios berberiscos y peleará con dignidad y astucia contra franceses y españoles.
O'Brian sabe colocar, con maestría certera, la terminología naval, tan compleja siempre, utilizándola con tal destreza que aunque el neófito la ignore, no queda despistado ante la lectura, así como las artes de la navegación, la guerra a bordo de un barco, los instrumentos de navegación o la propia astronomía, tan importante para los marinos.
Por los ojos del lector pasan como por encanto aspectos de la vida y la organización naval que se engarzan en la narración con gran habilidad. Además de la aventura que trufa cada misión, esta novela es un verdadero tratado de navegación y de cómo era la vida a bordo de un barco en el año 1800.
Con un excelente manejo de los personajes, tal vez sea demasiado épica la figura de Aubrey -aunque para ser un héroe de semejante calibre ese perfil es irremediable-, O'Brian no deja de lado aspectos de la vida cotidiana a bordo, como la comida, el vestido, la organización del día a día, los trabajos más sencillos..., todo al servicio de una completa novela en la que las pasiones y los sentimientos más profundos brotan con fuerza en cada página: la amistad, el honor, el odio, la caballerosidad, la ambición, la envidia, el deseo de fama y gloria...
Con O'Brian al timón literario, Jack Aubrey dirigiendo las operaciones en el castillo de popa y el viento a toda vela, la aventura está servida. Disfrútenla.
José Luis Corral es novelista, autor de El Cid y Trafalgar.
Babelia
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