El precio de los pisos de alquiler se ha duplicado en Barcelona en cinco años
Alquilar un piso en Barcelona resulta cada vez más caro. En 2004, el precio medio del metro cuadrado ascendió hasta 10,55 euros mensuales, lo que supone casi un euro más que el año anterior. De hecho, en apenas cinco años el precio de la vivenda de alquiler prácticamente se ha duplicado, ya que en 1999 el metro cuadrado se pagaba a 5,9 euros. Éste es el principal dato negativo que se desprende de un informe sobre indicadores de sostenibilidad que fue dado a conocer ayer por la tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, la ecosocialista Imma Mayol.
El informe no explicita la distribución de precios por distritos, aunque un estudio del Patronato Municipal de Vivienda, también con datos de 2004, revela que los más caros son Les Corts y Sarrià-Sant Gervasi. Frente a ellos, en Horta-Guinardó, Nou Barris y Sant Andreu el metro cuadrado no alcanza la barrera de los 10 euros.
Pese al incremento general, el informe señala que el esfuerzo económico que deben realizar las familias para acceder a una vivienda se ha estabilizado. Como dato positivo, Mayol destacó el aumento del número de contratos de alquiler. En 2004 se registraron 19.994 nuevos arrendamientos, 3.300 más que el año anterior. Esta tendencia al alza choca aún con el elevado número de pisos vacíos en Barcelona, que el Ayuntamiento sitúa entre 70.000 y 80.000.
El informe presentado ayer es el tercero de una serie que evalúa el grado de cumplimiento de los objetivos marcados por la Agenda 21, un compromiso al que están adheridas unas 400 asociaciones y que pretende mejorar el medio ambiente de Barcelona. Por primera vez, en 2004 aumentó la recogida de residuos sólidos urbanos sin que a su vez creciera la generación de dichos residuos. Además, los barceloneses consumieron 127,62 litros de agua por habitante y día, uno menos que en 2003. Según Mayol, el impacto de la sequía y el temor a las restricciones hará que el consumo descienda aún más en 2005.
Aunque tiene un impacto anecdótico, el uso de energías renovables se ha multiplicado por tres respecto a la última medición, de 1999, y supone el 0,17% del total. También mejoraron otros indicadores, como la calidad del aire, las emisiones de CO2 a la atmósfera y la recogida de materia orgánica. "Avanzamos bien, pero los cambios son demasiado lentos para los retos que nos hemos planteado", sentenció Mayol.
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