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Las mujeres ganan en los países ricos un 23% menos que los hombres

La ONU advierte de que la discriminación femenina es un freno al desarrollo

La igualdad entre hombres y mujeres y el acceso a la salud reproductiva (incluida la planificación familiar) son indispensables para lograr reducir a la mitad en 2015 la pobreza que sufre casi la mitad de la humanidad. Ése es el mensaje del informe sobre población de la ONU difundido ayer. La discriminación comienza en la infancia (menos niñas escolarizadas) y se prolonga en el trabajo (ganan un 23% menos que los hombres en países desarrollados) y en los parlamentos (sólo disponen del 15,9% de los escaños del mundo).

"La discriminación por sexo despilfarra capital humano al desaprovechar la contribución de las mujeres. Esto resta eficacia a las políticas de desarrollo", advierte el informe El Estado de la Población 2005. La Promesa de Igualdad del Fondo de Naciones Unidas para la Población. Insiste en que la inversión en educación, salud reproductiva, oportunidades económicas y derechos políticos de las mujeres es clave para espolear el desarrollo en los países pobres. De los 6.464 habitantes, casi 3.000 millones viven con menos de dos dólares (1,66 euros) y los países industrializados no facilitan la ayuda prometida (0,7% de la riqueza nacional).

- Más analfabetas. "A pesar de que está claro que la educación de las niñas, sobre todo en el nivel de secundaria, es crucial para reducir la pobreza, el mundo ha fracasado en su objetivo de eliminar las diferencias en la escolarización de niños y niñas en 2005", señala la ONU. Pese a que ha crecido la presencia de niñas en primaria, sólo completa ese nivel el 49% de las pequeñas en África subsahariana y el 69% en el sur de Asia. En esas zonas, la escolarización femenina en secundaria es del 30% y el 47% respectivamente. En el mundo hay 500 millones de mujeres y 280 de hombres analfabetos.

- Planificación familiar. "Dar a las personas la libertad y los medios para elegir el número de hijos que desea desemboca en familias más pequeñas, menor crecimiento de la población y menor presión sobre los recursos naturales", señala el informe. La reducción de la natalidad (la fecundidad más alta, 4,8 hijos por mujer, corresponde a los países más pobres) favorece el desarrollo económico. Por falta de planificación, se producen 76 millones de embarazos no deseados cada año en los países más pobres (19 millones acaban en abortos inseguros).

- Muertes evitables y pocos condones.

La salud reproductiva, "un derecho humano" recuerda la ONU, es clave para el desarrollo. Las carencias en ese terreno son la causa principal de muerte y enfermedad de las mujeres entre 15 y 44 años. Cada minuto una fallece por causas evitables ligadas a la maternidad (unas 525.000 al año). Además, en torno a la mitad de los 40 millones de infectados con el virus del sida son mujeres, más vulnerables debido a la pobreza, la discriminación y la violencia que padecen. Existe una "alarmante escasez de condones". En 2003 se distribuyeron 5.000 millones en los países pobres, pero se precisan 13.000 millones.

- Brecha salarial y política. Las mujeres tienen menos oportunidades económicas, destaca el informe. En algunos países ni siquiera pueden heredar. En cuanto a los ingresos, en los países desarrollados ganan un 23% menos que los hombres y en las naciones pobres, el 27% menos. Por otra parte, las mujeres ocupan el 15,9% de los escaños en los parlamentos del mundo (el 12,4% en 1990).

- Violencia machista. "Una de cada tres mujeres ha sido golpeada, forzada a mantener relaciones sexuales o ha padecido abusos", recuerda el informe. La violencia machista provoca tantas víctimas como el cáncer entre las mujeres de 15 a 44 años y más que los accidentes de tráfico y la malaria juntos. El 80% de las 800.000 personas traficadas cada año son mujeres o niñas, que suelen acabar en la prostitución.

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