La apertura del Palau de les Arts oculta los incumplimientos del PP en política cultural

La apertura del Palau de les Arts Reina Sofía realizada el pasado fin de semana ha servido para ocultar los incumplimientos electorales del PP en política cultural. El Consell ha optado por centrar sus esfuerzos en dos grandes proyectos: el Palau de les Arts y la Ciudad de la Luz en Alicante, en cuyos modernos platós se pretende que rueden los artistas más famosos. Por el contrario, el resto del rosario de promesas electorales, inspiradas en su día por la hoy directora del IVAM, Consuelo Ciscar, han quedado aparcadas o duermen el sueño de los justos.

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, se presentó a las elecciones de 2003 con un programa titulado La sociedad de la cultura en el que distribuyó sus promesas electorales bajo nueve epígrafes: teatro, danza, promoción cultural, museos, música, cine, libro y grandes proyectos. De todos ellos, sólo este último apartado, con el palacio de la ópera y los estudios cinematográficos está ya listo para transmitir la imagen de modernidad que pretende el Gobierno valenciano. Mientras, los profesionales de las artes escénicas se han unido en una plataforma y músicos y editores no ocultan sus quejas hacia la política cultural del Consell.

El PP se comprometió a potenciar el teatro con la organización del Mediterranean Fringe Festival. Un certamen que se compara con el festival de Edimburgo en el programa electoral del PP -600 artistas, 900.000 espectadores y plataforma de lanzamiento de artistas como Emma Thompson o Rowand Atkins- y que pretendía sacar el teatro a la calle en más de 100 puntos de la ciudad. La realidad, al menos hasta ahora, ha sido el VEO (València Escena Oberta) que organizan Ayuntamiento, Generalitat y Diputación, que dirige el actor Toni Cantó.

El actual Consell también prometió una Ciudad de las Artes Escénicas en Sagunto, cuyo proyecto impulsaba mediante una fundación la actriz griega Irene Papas. El contrato con Papas fue rescindido el pasado mes de julio y el proyecto se ha redimensionado a la baja.

Los populares prometieron un Teatro de la Juventud, una Universidad del Espectáculo y una Ciudad Eufórica, que se ubicaría en Castellón e intercalaría "los tratamientos termales con las más novedosas propuestas culturales" para favorecer "la consecución de la armonía interior". Y hasta hoy.

Los populares tampoco olvidaron artes específicas como la danza. En la campaña de mayo de 2003 se comprometieron a realizar una bienal internacional de coreógrafos, un concurso internacional de jóvenes bailarines y a crear un grupo profesional de danza folclórica. El nuevo Palau de les Arts será además, de acuerdo con la promesa del PP, sede del espacio permanente de exhibición de danza, lo que dejará el Centro Coreográfico de Burjassot como espacio de ensayos para compañías independientes.

En materia de promoción cultural, el programa presentado por el PP limita las actuaciones a un Festival Internacional de las Artes para los Niños; el proyecto Finestra -que teóricamente permitirá ver desde una ventana digital en el Museo San Pío V los mejores museos de "Roma, Berlín, Nueva York, Leningrado, París, etc"-; la creación de centros culturales polivalentes para municipios de menos de 1.000 habitantes; la mejora de las salas del Circuit Teatral; y un nuevo Festival de las Artes Escénicas del Mediterráneo que supuestamente inundará en verano los principales escenarios de Valencia, Alicante y Castellón. En poco más de dos años ha habido tres responsables diferentes al frente de Teatres de la Generalitat.

Respecto a los museos y las bellas artes, los populares prometieron que cuando gobernasen organizarían un congreso de arquitectura gótica del mediterráneo y crearían la Casa del Mediterráneo, un Instituto Valenciano de Arte Clásico y el Centro del Carmen. Sólo el último de ellos está en funcionamiento, aunque ha terminado por convertirse en una ampliación del IVAM -que ahora dirige Consuelo Ciscar- donde se ha renunciado a analizar "el papel que las ciudades van a desempeñar en la Europa del futuro" y a superar "cánones museísticos convencionales".

A estas iniciativas hay que sumar la promesa de crear un Museo del siglo XIX, un proyecto que hasta ahora sólo ha servido para dar una salida al ex director general de RTVV, José Vicente Villaescusa y desbloquear la pugna que mantenían campistas y zaplanistas por Canal 9.

En el apartado de música, el PP de Camps prometió crear una Big Band de la Comunidad Valenciana, un Centro de Creación de Música Contemporánea en Castellón, una escuela internacional de perfeccionamiento musical a cargo de Rostropovich y un centro de estudios sobre el patrimonio musical valenciano. A fecha de hoy la potenciación del cant valencià d'estil parece la única gran promesa en la que se han realizado actuaciones.

Respecto al cine, las promesas de un festival internacional de cine recuperado, la creación de una escuela de formación de técnicos del audiovisual, la realización de unos diálogos iberoamericanos del audiovisual y la extensión de la Filmoteca en Alicante y Castellón, siguen pendientes. Igual que la promesa de construir los archivos históricos provinciales de Alicante y Castellón.

Las principales actuaciones en materia de patrimonio cultural: la declaración del Tribunal de las Aguas como patrimonio de la humanidad y la restauración de la cartuja Vall de Crist y Morella la vella, están en marcha. Pero por ahora, todo el esfuerzo es para el Palau de les Arts y la Ciudad de la Luz.