Los fastos de apertura superan la inversión en museos y bibliotecas
El coste de los fastos de inauguración del Palau de les Arts Reina Sofía diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava está cifrado en 2,8 millones de euros. Una cantidad millonaria que ha servido para lograr un buen número de impactos mediáticos en televisiones y radios españolas y extranjeras y transmitir la imagen de Valencia y la Comunidad Valenciana. Sin embargo, tras el glamour y las formas retorcidas del edificio de Calatrava se halla la cotidianidad de las políticas culturales que desarrolla el Consell.
Según el presupuesto de la Generalitat para este año, el coste de los fastos de inauguración supera toda la inversión prevista en bibliotecas, edición, museos, bellas artes y patrimonio.
Para dotar de libros a las bibliotecas valencianas, el PP aprobó una partida de 410.000 euros; para fomento de la lectura 65.000 euros; para promocionar el libro en valenciano, 70.000 euros; para equipamiento informático de las bibliotecas 150.000 euros; para mejorar estas instalaciones 93.000 euros; y en ayudas a la producción de libros 307.000 en valenciano
y 128.000 en castellano.
Pintura y cine
Si a estas cantidades se añaden las subvenciones a museos y colecciones museográficas (156.000 euros), las ayudas a los galeristas y la presencia en Interarte y Arco (algo más de 75.000 euros) y se incluye la subvención a la Real Academia de Bellas Artes (132.000 euros), la cifra de dos millones de euros queda todavía algo lejos.
El ejercicio de sumar la inversión prevista en el fomento de actividades culturales (601.000 euros), la ayuda presupuestada para la pasarela del Carmen (70.000) o las subvenciones para recuperar patrimonio arqueológico (algo menos de 115.000 euros) tampoco permite superar el coste de la inauguración del Palau de les Arts.
Fuentes del sector teatral, que no ocultan su malestar, recordaron que el dispendio realizado en la apertura de la nueva ópera de Valencia es mayor que lo que el Consell prevé destinar durante todo este año a promocionar el teatro.
Otras áreas culturales tampoco gozan de mejores disponibilidades financieras. El Consell publicó el pasado martes una modificación presupuestaria para permitir que el Instituto Valenciano de Cinematografía Ricardo Muñoz Suay comprase por importe de 175.000 euros el archivo personal y la biblioteca de quien da nombre al citado instituto. Una partida que salió del capítulo cuatro del programa destinado a la promoción cultural, museos y bellas artes de la Consejería de Cultura.
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