El terremoto de Asia mata a 3.000 personas
El seísmo, de magnitud 7,6, provoca gran destrucción en Pakistán, Afganistán e India
Un fuerte terremoto con epicentro en las montañas paquistaníes del Hindu Kush hizo temblar ayer grandes partes del sur de Asia, desde Kabul, en el oeste, hasta Nueva Delhi, en el este, pasando por Islamabad, donde se derrumbaron edificios de viviendas. El seísmo sacudió pueblos enteros en zonas remotas del norte de Pakistán y mató a miles de personas, entre ellas a al menos 400 niños.
Un portavoz del Ejército paquistaní, el general Shaukat Sultan, calculó que el número de muertos en su país superará los 3.000, una cifra que podría seguir subiendo durante la jornada de hoy, una vez que los militares alcancen los lugares más remotos de la Provincia de la Frontera Noroeste y de la disputada región de Cachemira, las zonas más afectadas por la catástrofe.
Además de en la capital, los peores daños se produjeron en dicha provincia, en un área llamada Mansehra, donde deslizamientos de tierras causados por el seísmo han enterrado pueblos enteros. En esta zona, 350 niños murieron al derrumbarse una escuela, según aseguró el jefe de policía, Riffat Pashar, a la agencia Reuters, mientras que otros 50 fallecieron en otro centro escolar en el mismo distrito.
Los cálculos sobre la magnitud del seísmo varían, aunque el Instituto Geológico estadounidense asegura que fue de 7,6 en la escala de Richter. El epicentro del terremoto estuvo situado unos 90 kilómetros al norte de Islamabad, donde pudieron sentirse las réplicas durante más de 10 minutos.
Nuevos temblores
Fuentes oficiales han advertido sobre la posibilidad de que se produzcan nuevos temblores en los próximos días. "Los daños pueden ser masivos, así como el número de víctimas mortales. Es una tragedia nacional", aseguró el general Sultan a la agencia Associated Press. "Ha sido el peor temblor en los últimos 100 años", dijo Qamar uz Zaman Chaudhry, director del Departamento Meteorológico de Pakistán.
En la capital de Pakistán, Islamabad, las torres Margalla, un lujoso edificio de apartamentos, se llevaron la peor parte. Una torre se derrumbó totalmente mientras que la otra cayó parcialmente. Los servicios de rescate civiles y militares llegaron al lugar del siniestro a la hora y media de producirse el temblor, cuando cientos de personas de los barrios vecinos se encontraban allí. Médicos y soldados buscaban supervivientes entre los escombros.
Los servicios de socorro aseguraron que había decenas de personas atrapadas entre los restos del edificio, aunque 82 supervivientes habían sido rescatados anoche. Un hombre que se identificó como Masood y que vivía en la novena planta de un edificio adyacente, decía: "Es un milagro que hayamos sobrevivido".
El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, vestido de militar, y el primer ministro, Shaukat Aziz, visitaron el complejo de apartamentos por la tarde. "Es una prueba para todos nosotros", manifestó el Musharraf en una entrevista por televisión. "Y estoy seguro de que entre todos la superaremos", agregó.
Las víctimas también han sido numerosas a ambos lados de la disputada línea de separación de Cachemira. En la parte de la provincia dominada por India, el número de muertos superaba los 300 anoche, según declaró al término de una reunión extraordinaria del Gabinete el ministro de Información, Jaipal Reddy. Cientos de soldados indios y al menos 200 paquistaníes murieron también. Numerosas viviendas se derrumbaron, mientras que los deslizamientos de tierras cortaron carreteras, así como electricidad y teléfono.
Un periodista de la BBC relató que los signos de destrucción comenzaban a ser evidentes unos 20 kilómetros antes de llegar a Muzaffarabad, la capital de la Cachemira paquistaní, que sufrió con fuerza la furia del terremoto y donde los cadáveres estaban siendo apilados en el estadio municipal. Las localidades de Bagh y Rawalakot también habían sufrido graves daños. "El río Neelum se encuentra bloqueado porque pueblos enteros han caído en el agua", relató un funcionario.
En Islamabad, el pánico se apoderó de toda la ciudad y la gente se lanzó a las calles. Los residentes se arremolinaron ante las casas, los edificios gubernamentales y los centros comerciales. La red de telefonía móvil se cayó durante más de una hora y media.
En Rawalpindi, cerca de la capital paquistaní, se derrumbaron varios edificios viejos como consecuencia de los temblores, entre ellos una escuela de niñas. En el casco antiguo de esta ciudad, se produjeron numerosos colapsos.
Vea una completa fotogalería de la tragedia en Cachemira en ELPAIS.es
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