Una patronal catalana cree que el Estatuto no protege la libre iniciativa

Los empresarios catalanes observan carencias en el proyecto del nuevo Estatuto, aunque están satisfechos con el conjunto del texto estatutario. Antoni Abad, presidente de la patronal barcelonesa Cecot, que agrupa a unas 8.000 empresas, criticó ayer públicamente aspectos del nuevo Estatuto. "Se echan de menos la libre iniciativa y la capacidad emprendedora de la sociedad civil privada, y la apuesta por Cataluña como sinónimo de excelencia", dijo. En el mismo acto, el consejero de Economía, Antoni Castells, rechazó que el texto sea intervencionista.

La de Abad es una de las contadas críticas que ha recibido en público el proyecto estatutario por parte de los empresarios catalanes, que sin embargo en privado no han ahorrado comentarios de su inquietud sobre el proyecto, tanto en el ámbito económico como en el financiero.

Los empresarios ponen de relieve algunas carencias, y a la vez creen que sobran artículos en el proyecto de Estatuto catalán. Ante más de un millar de personas, el presidente de la patronal Cecot, Antoni Abad, explicó ayer en Terrassa -en el marco de La noche del empresario- que el texto estatutario "va por delante en muchos aspectos", pero criticó que no consagre dos principios esenciales: "La libre iniciativa y la capacidad emprendedora de la sociedad civil privada, y la apuesta por la excelencia". La Cecot, con sede en la comarca del Vallès (Barcelona), está afiliada a Fomento del Trabajo -que a su vez forma parte de la CEOE- y cuenta con unas 8.000 empresas, especialmente pymes.

Poco antes del acto, Abad reconoció a este periódico que el proyecto "inquieta por los aspectos que no quedan recogidos, pero también por algunos artículos que definen derechos y obligaciones y que se podían haber desarrollado a través de leyes ordinarias, sin la necesidad de aparecer en un texto supuestamente constituyente". El presidente de Cecot citó como ejemplo "el etiquetaje en catalán", pero subrayó que hay otros artículos "desarrollados con un nivel de detalle excesivo, que no corresponde al Estatuto, porque corren el riesgo evidente de quedar obsoletos dentro de unos años".

El consejero de Economía catalán, que escuchó sus palabras con atención, abundó en la idea de que el Estatuto es una "mano tendida a España" y en la disposición de Cataluña a pactar con el Estado. Antoni Castells subrayó su voluntad de ser "escrupulosamente respetuoso con la Constitución", y también su disposición a "renunciar a todo aquello que sea accesorio".

El texto aprobado por los parlamentarios catalanes ha desencadenado varias críticas desde el estamento patronal. El presidente de la CEOE, José María Cuevas, explicó el pasado miércoles que en el proyecto de nuevo Estatuto "hay un avance excesivo del intervencionismo". A este respecto, el consejero Castells enfatizó: "Los que nos acusan de intervencionismo saben que faltan a la verdad, y son los mismos que han apoyado un Estado pesado y burocrático que ha impedido la libertad política y económica", en alusión al PP.

Pese a la posición del Gobierno catalán y de CiU, las críticas han arreciado también en el sector financiero. Las patronales de cajas, bancos y compañías aseguradoras han transmitido al Ministerio de Economía su preocupación ante una posible fragmentación del sistema y la creación de tantos supervisores como autonomías existen.

Tanto Economía como el propio Banco de España han apuntado que examinarán los riesgos que pueda tener el nuevo Estatuto, aunque el Gobierno autónomo ha dejado claro que el texto tan sólo consagra las competencias que Cataluña ya ejerce actualmente y "respeta" escrupulosamente la legislación básica estatal. Según la Generalitat, el proyecto no rompe la unidad de mercado del sistema financiero.

El director general de La Caixa, Isidre Fainé, aseguró el miércoles en Madrid que hay un "interés general" para que no se produzca una ruptura de la unidad de mercado, y explicó que en La Caixa "nos quedaremos como estamos" tras el debate.

Grupo de trabajo con las cajas

El Ejecutivo autónomo ha creado un grupo de trabajo con las cajas en el que se consensuarán los posibles cambios legislativos que afecten a estas entidades y ha asegurado que todas las referencias a las cajas y al sistema financiero que aparecen en el texto estatutario sólo pueden leerse a la luz del artículo 149 de la Constitución, que desgrana las "competencias exclusivas" del Estado.

Al margen de las críticas, la Cecot calificó ayer como "bueno" el nuevo Estatuto catalán, "apoyado por una amplia mayoría". "Tanto a nivel competencial como de financiación tenemos una buena propuesta con la ambición que los empresarios veníamos reclamando", afirmó Abad, cuyas opiniones coinciden con las expresadas también por Fomento del Trabajo, Pimec y la Cámara de Comercio.

En su primer discurso como presidente de Cecot -cargo en el que ha sucedido a Eusebi Cima-, Abad no quiso pasar por alto las elecciones en la CEOE. Sin mencionar nombres, abogó por el relevo. "Ha llegado el momento del cambio en la CEOE. Hace veinte años que un mismo equipo está llevando la representación patronal de todos nosotros, y nos consta que hay una nueva generación preparada y con un proyecto de futuro ilusionador. Pensamos que se merecen una oportunidad". En el acto estaba presente Juan Rosell, presidente de Fomento y dispuesto a disputar con Cuevas la presidencia de la CEOE.