González defiende el consenso para evitar que se debilite el Estado

El ex presidente del Gobierno Felipe González defendió ayer, en el XIII Curso Internacional de Defensa celebrado en Jaca (Huesca), la necesidad de un "esfuerzo de consenso" entre las formaciones políticas en cuestiones como la política territorial, para evitar un "debilitamiento" progresivo del Estado tanto a nivel interno como de cara al exterior.

González analizó durante una hora la situación internacional. A punto de finalizar su intervención, se refirió a la situación política española y reclamó un "esfuerzo" para el diseño de una política exterior y de defensa consensuada.

El curso fue clausurado por ministro de Defensa, José Bono, que reclamó ayer al PP un "esfuerzo" para conseguir una posición de consenso en el Congreso de los Diputados en torno a la reforma del Estatuto de Cataluña, e instó a los responsables de ese partido a abandonar el "extremismo" y a no promover actuaciones de carácter "partidista" en política territorial. Bono precisó que el "esfuerzo de consenso" conllevará además la realización de "cambios" en el texto del proyecto de Estatuto catalán durante su debate en las Cortes.

En una breve comparecencia ante los medios, el ministro señaló que "desearía que un Estatuto de esta entidad tuviese el mismo apoyo que tiene el que está actualmente vigente en Cataluña, que sólo contó con un voto en contra en el Congreso", pero destacó que para que eso ocurra, "además de los cambios que hayan de hacerse por las Cortes en el texto, tendrá que haber disposición para querer llegar a acuerdos".

El titular de Defensa, que eludió comentar las manifestaciones del presidente del PP, Mariano Rajoy, en torno a supuestos contactos mantenidos con responsables socialistas para frenar el proyecto de Estatuto, solicitó de los populares "un poco más de moderación y de tranquilidad" a la hora de exponer sus posiciones sobre Defensa y política territorial.

"Salir del extremismo"

"Lo que debe hacer el PP", recalcó, "es salirse del extremismo, en virtud del cual todo lo que hace el Partido Socialista es malo y digno de ser condenado con las palabras más duras, porque así no se puede llegar a ningún sitio". Además, destacó, "aspectos como la política territorial o la distribución territorial del poder deben ser objeto de consenso y acuerdo".

El ministro recordó a este respecto que el PP se opuso a la Ley de Defensa Nacional a pesar de los "esfuerzos" realizados en su departamento para dotarla de un texto asumible por los diputados populares. Y añadió que él se esforzó "de manera extremada para que la Ley de Defensa Nacional se llamara así y pudiera ser votada por el PP, que ha sido el único que ha votado en contra, sin que haya una línea en esa ley que ofenda el sentimiento de algunas personas de derechas o de sus votantes".