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LA REFORMA DEL ESTATUTO CATALÁN

Zapatero y Maragall confían en que el Estatuto saldrá adelante con diálogo

El jefe del Gobierno presenta al presidente de la Generalitat sus objeciones al proyecto de reforma

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, presentó ayer al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, sus objeciones al texto de la reforma del Estatuto de Cataluña, aprobado el viernes en el Parlamento de esa comunidad. Según fuentes de La Moncloa, Zapatero mantuvo una actitud de "firmeza" en sus objeciones al texto, aunque el tono de la reunión fue "cordial". Durante las dos horas de conversación, Zapatero y Maragall coincidieron en expresar su convicción de que el Estatuto de Cataluña saldrá adelante en las Cortes Generales con "pacto, diálogo y Constitución".

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Zapatero y Maragall mantuvieron ayer en La Moncloa su primera reunión tras la aprobación, el viernes pasado, en el Parlamento de Cataluña, de la reforma del Estatuto. En la reunión, que ambos calificaron de "cordial", analizaron la tramitación parlamentaria de esta reforma en las Cortes Generales, donde ayer mismo fue depositada por el presidente del Parlamento autónomo, Ernest Benach (ERC).

El presidente del Gobierno expresó al de la Generalitat la necesidad de que se abra un diálogo, en la tramitación del texto en las Cortes, entre todas las fuerzas políticas allí representadas, para aumentar su consenso en España y para adecuarlo a la Constitución, ya que, a juicio del Ejecutivo central, hay algunos aspectos del mismo que son de "dudosa constitucionalidad".

Tales objeciones afectan fundamentalmente al modelo de financiación, al blindaje de competencias, a las relaciones entre el Gobierno y la Generalitat, y la unidad de mercado y de la Seguridad Social, según fuentes gubernamentales.

Zapatero trasladó a Maragall su confianza en que estas objeciones sean abordadas en el trámite parlamentario y que, a través de un diálogo abierto a todos los partidos, incluido el PP, se logre un amplio consenso en las Cortes.

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Maragall expresó a Zapatero su interés en que el diálogo y la negociación se lleven a cabo en las Cortes y sobre el texto aprobado en el Parlamento catalán sin dejarse llevar por el tremendismo alimentado por el PP, que difunde una visión del Estatuto que, según él, no se ajusta a su contenido real. Ambos coincidieron en que el partido que preside Mariano Rajoy arriesga "quedar fuera de una oportunidad histórica", como le sucedió a Alianza Popular en 1978 con el Título VIII de la Constitución.

Maragall también dejó claro a Zapatero que de la negociación debe salir inevitablemente un texto que satisfaga "a ambas partes", al Parlamento catalán y a las Cortes. Insistió en que las fuerzas políticas que lo han pactado en Cataluña serán las mismas que han de pactarlo en las Cortes, lo que en principio es una ventaja. Pero tanto Maragall como Zapatero se mantienen, según fuentes de ambos Gobiernos, en la posición de hacer todos los esfuerzos necesarios para que el PP abandone su actual rechazo frontal y pueda participar en la negociación y, eventualmente, en el acuerdo final, aunque fuera mediante una abstención.

Zapatero y Maragall coincidieron en la conveniencia de acelerar los plazos para la admisión a trámite del proyecto de Estatuto en el Congreso, inicialmente prevista para el 22 de noviembre. Ambos líderes coincidieron en que la fecha del 2 de noviembre, que ofrece la Presidencia del Congreso, podría ser habilitada para el debate de admisión.

Según explicó uno de los asesores de Maragall, los dos presidentes respondieron con la expresión "pacto, pacto, pacto" cuando fueron preguntados por el resultado del encuentro.

El partido de Maragall, el PSC, emitió ayer un mensaje de flexibilidad sobre uno de los asuntos que más ampollas levanta, la definición de Cataluña como nación en el artículo primero del nuevo Estatuto. Miquel Iceta, vicesecretario general del PSC, afirmó que la fórmula propuesta inicialmente por su partido sobre este sensible asunto "podría desvanecer los recelos" que despierta. Esta fórmula es la que dice que "Cataluña es una nación que se constituye como comunidad autónoma de acuerdo con la Constitución y con el presente Estatuto".

Tanto Maragall como Iceta mantuvieron sin embargo que esta definición debe ir en el articulado del Estatuto y no en el Preámbulo.

José Luis Rodríguez Zapatero y Pasqual Maragall, a las puertas del palacio de la Moncloa.
José Luis Rodríguez Zapatero y Pasqual Maragall, a las puertas del palacio de la Moncloa.

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