Carod Rovira y Artur Mas defenderán en el Congreso el nuevo Estatuto catalán

El líder de CiU, Artur Mas, el de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, y la presidenta del grupo del PSC-CpC, Manuela de Madre, serán los representantes del Parlamento catalán que defenderán el nuevo Estatuto catalán en el Congreso de los Diputados en su tramitación parlamentaria. El Parlament los ha elegido para representar a Cataluña en el pleno de su toma en consideración, que tendrá lugar en noviembre.

Los tres diputados del Parlamento catalán han sido elegidos por asentimiento - sin necesidad de votación - al inicio del pleno de hoy del Parlamento catalán, con el que se reanuda la actividad ordinaria de la Cámara catalana tras unos meses centrados en la elaboración de un nuevo Estatut.

El número de integrantes de esta delegación viene determinado por el artículo 87.2 de la Constitución, que señala: "Las Asambleas de las Comunidades Autónomas podrán solicitar del Gobierno la adopción de un proyecto de ley o remitir a la Mesa del Congreso una proposición de ley, delegando ante dicha Cámara un máximo de tres miembros de la Asamblea encargados de su defensa".

El pleno donde se votará la toma en consideración del Estatut se celebrará el 2 ó el 22 de noviembre, aunque el presidente del Gobierno quiere que la votación se haga cuanto antes. Para que el Pleno de la Cámara apruebe comenzar la tramitación del texto, es preciso el apoyo de una mayoría simple de los diputados presentes, listón que se da por sentado que se rebasará aunque el PP vote en contra.

Superado este paso, la Mesa enviará el texto a la Comisión Constitucional, que preside Alfonso Guerra, y abrirá un plazo de enmiendas de 15 días, que se podrá prorrogar algunas semanas más si lo piden los grupos. Como ocurre en la tramitación de la reforma de los Estatutos de Autonomía, se crearán dos ponencias o grupos de trabajo: una integrada por diputados de todos los grupos del Congreso y otra por parlamentarios catalanes, cuyo número no excederá a la primera. Las ponencias discutirán conjuntamente las enmiendas, que han de ser enviadas antes al Parlament, para tratar de llegar a un acuerdo.

El Reglamento da de margen dos meses para redactar un texto definitivo, aunque no se descarta que ese plazo se pueda ampliar en función del desarrollo de las negociaciones. En caso de acuerdo, cada una de las delegaciones votará el texto de forma separada y si la mayoría lo hace a favor, continuará adelante; si no hubiera consenso, la Comisión Constitucional se pronunciará sobre las enmiendas y redactará un dictamen.

En ambos casos, el documento resultante se votará ante el Pleno de la Cámara, donde se precisa la mayoría absoluta (176) del total de los 350 diputados, por el carácter orgánico de la ley.