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James Turrell acercará el cielo con su nueva obra en la NMAC Montenmedio

El artista visita Cádiz para precisar la ubicación de un proyecto de luz, agua y cemento

Introducirse bajo la tierra para ver el cielo. Reconoce James Turrell (Los Ángeles, 1943) que la meta de su próximo proyecto puede parecer una evidente ironía. Pero matiza que es en ese juego de contradicción donde se puede apreciar lo que estamos acostumbrados a ver y no valoramos, donde podemos tomar conciencia de lo que nos rodea. El artista estadounidense visitó ayer la sede de la Fundación NMAC Montenmedio Arte Contemporáneo, en Vejer (Cádiz), para determinar con exactitud en qué lugar del bosque que sirve de sala de exposiciones irá ubicada su obra.

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El proyecto de Turrell es una enorme estructura subterránea que permitirá al visitante tener más cerca el cielo. Turrell es conocido por su capacidad de usar la luz en cada obra como un material más de su trabajo. El arquitecto de la luz, le llaman. La NMAC ha conseguido atraerle hasta sus instalaciones, donde el próximo verano tendrá lista su primera obra exterior y permanente que dejará en España, tras sus trabajos para los Juegos Olímpicos de Barcelona, la Fundación La Caixa o el IVAM de Valencia.

Ayer paseaba entre los árboles de Montenmedio, donde se reparten ya una veintena de obras al aire libre. Todas ellas creadas expresamente para el lugar. El artista levantará una pirámide de unos 10 metros de altura y, dentro de ella, una estupa, una forma arquitectónica que ya ha utilizado en otros trabajos y que ahora está desarrollando en su labor para templos budistas. Turrell permitirá la entrada a este elemento generalmente sólido e inquebrantable. Y será desde ese interior donde el visitante experimentará su obra. "Me interesa lo que sienta cada uno, la percepción en sí misma", asegura. Y más allá del simbolismo religioso de sus edificios elegidos, le interesa utilizar la luz que entrará en la estupa para acercar el cielo.

Los visitantes entrarán en su obra a través de un túnel bajo tierra. Y Turrell insiste en lo irónico de su propuesta. "Es curioso que los hombres no dijeran que habían estado en el Espacio, hasta que no llegaran a la Luna. Pero la Tierra forma parte del Espacio. Aquí ocurre algo similar. Los responsables de la fundación abrirán un hueco en el suelo para que la gente se meta dentro y vea el cielo. Un cielo que tienen siempre al alcance de su visión", reflexiona en voz alta mientras señala por la ventana el telón azul que será objeto y escenario de su obra.

En la NMAC, el artista asegura que no descubrirá nada inusual. "No hay nada nuevo bajo el sol". Relató la experiencia de los impresionistas en el uso de la luz. "Aunque había catedrales o el heno en sus cuadros, no pintaban esos objetos, pintaban la luz sobre ellos". Turrell sigue esa tradición pero cambiada. Porque él no pinta la luz sino que la reconvierte en herramienta para trabajar y crear.

Turrell se sumará a la colección de regalos visuales que ofrece el bosque de la fundación gaditana. Su directora, Jimena Blázquez, se mostraba ayer orgullosa de haber conseguido este proyecto. "James aportará su idea de la luz y la relación con el contexto geográfico y topográfico. Nos trae una nueva dimensión y servirá para consolidar todo el trabajo que hemos hecho hasta ahora". Una labor que se inició hace cuatro años y que el próximo verano, con la finalización de la obra de Turrell, dará un nuevo paso.

A Turrell le quedan aún varios pasos pendientes, entre ellos, el Rodan Crater, un volcán de Arizona en el que lleva trabajando 30 años. Allí ha excavado túneles y ha abierto cámaras elípticas para estudiar la evolución de la luz en su transcurso temporal. Ayer reconocía que, aunque los plazos previstos fijaban su finalización para el próximo año, todavía se podría extender más. "Quizá lo puedan visitar mi viuda y mis hijos", bromeó. Antes espera volver a la inauguración de su proyecto en la NMAC, donde podrá tocar el cielo, gracias a la luz, como si fuera un plástico.

James Turrell, en el Museo de Montenmedio y en el lugar que ha elegido para su proyecto.
James Turrell, en el Museo de Montenmedio y en el lugar que ha elegido para su proyecto.

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