Pavón llamó dos veces al empresario del 'caso Camas' el día del pleno que destapó el soborno

El alcalde de Camas (Sevilla), Agustín Pavón, telefoneó dos veces al empresario Eusebio Gaviño media hora antes del pleno municipal del pasado 13 de septiembre, en el que la edil Carmen Lobo tenía que haber votado a favor de dos proyectos urbanísticos. La noche antes, Gaviño y Pavón ya habían hablado en dos ocasiones. En la primera, el empresario llamó al alcalde con la intención de verlo antes de acudir a su cita con la concejal, con la que había quedado para darle un adelanto del dinero que supuestamente iba a cobrar por apoyar al gobierno municipal. Pavón estaba ocupado y no pudo verse con Gaviño, pero le dijo: "Vosotros tiráis para adelante sin problemas".

El cruce de llamadas entre Gaviño, Pavón y los concejales Antonio Enrique Fraile (ex del PP) y José del Castillo (ex del PA) fue frenético el día 13 de septiembre, según consta en la investigación, a la que ha tenido acceso este periódico. Los cuatro presuntos implicados en el intento de soborno de la concejal no adscrita Carmen Lobo, ex miembro de IU, se mantuvieron en contacto antes y después del pleno municipal en el que la edil rompió su compromiso de votar a favor de dos proyectos urbanísticos a cambio de dinero. Lobo ya había denunciado el caso en la policía, que el día antes del pleno pinchó el teléfono de Gaviño.

Entre las 20.00 y las 23.52 de ése día Gaviño y Pavón se llamaron cuatro veces. La primera, un par de horas antes de que el empresario acudiera a la Taberna Medieval de Sevilla para verse con Lobo. Gaviño la había citado allí para darle un sobre con 12.000 euros como adelanto del dinero que iba a cobrar a cambio de su voto y explicarle qué tenía que votar en cada punto del pleno del día siguiente.

Antes de este encuentro, el empresario se reunió con Fraile y Del Castillo y llamó al alcalde para verse también con él. Pero Pavón le explicó que tenía "un compromiso" y no podía acudir. El alcalde añadió: "Vosotros tiráis para adelante sin problemas... [...]Bueno, pues no te preocupes [...] me han estado comentando el tema y demás". Ante la insistencia de Gaviño para verlo, Pavón resolvió: "Tú llama a Antonio [...] porque ellos quizás te estén esperando".

Gaviño cenó con Lobo y cuando ésta se marchó, volvió a telefonear al alcalde. La policía registró la llamada, pero no su contenido. A la mañana siguiente, media hora antes de iniciarse el pleno, fue Pavón quien llamó al empresario. Lo hizo en dos ocasiones, a las 8.29 y a las 8.31, aunque la policía no procesó la conversación.

El que más llamadas intercambió con Gaviño ese día fue Antonio Enrique Fraile. Los policías que acompañaron a Lobo a su cita con el empresario la noche antes del pleno, pudieron observar cómo José del Castillo y Fraile merodeaban a bordo de un Toyota alrededor del restaurante durante el tiempo que duró el encuentro. El ex concejal del PP telefoneó a Gaviño tres veces para ver cómo iba la cita, pero éste no respondió. A las 0.13 el empresario le devolvió la llamada, aprovechando que Lobo había ido al servicio. Ni Fraile ni Gaviño sospechaban que la edil había quedado en el baño con una agente de la policía para entregarle el sobre con 12.000 euros que le acababa de dar el empresario. Media hora después, Gaviño volvió a llamar al edil del PP, con el que había quedado en verse cuando Lobo se marchara.

A la mañana siguiente, media hora antes del pleno, Fraile vuelve a llamar al empresario. "Me parece que tenemos problemas", le dice el concejal, quien a continuación le explica que Del Castillo acaba de ver a Lobo en el despacho del grupo socialista. "O significa mucho o no significa nada. Vamos a ver", añade el edil. Gaviño llama a Del Castillo nada más colgar, pero no llegan a hablar. Sí lo hacen 10 minutos después, a las 8.39. El ex del PA sugiere al empresario que llame a Lobo, pero éste declina hacerlo.

El pleno empezó a las 9.00. A las 9.47, cuando Lobo ya había votado en contra de los proyectos urbanísticos echando por tierra la estrategia de sus sobornadores, Fraile llamó a Gaviño, pero no llegaron a hablar. Volvió a intentarlo sin éxito doce minutos después. Por fin consiguieron ponerse en contacto a las 10.13. El edil insiste en saber si Gaviño ha hablado por teléfono "con alguien referente a esto". El empresario asegura que no y quedan en volver a hablar.

Lo hicieron al menos tres veces más ese día. Comentaron la decepción por lo ocurrido en el pleno y se transmitieron ánimos. "Bueno, esto es una batallita. La guerra es muy larga", le dijo Fraile en una de las ocasiones. En esta misma conversación, mantenida entre las 15.07 y las 15.10, Gaviño le dijo al concejal que al día siguiente le iba a mandar "un mensaje" a Lobo. "Y además le voy a enviar un recado", añadió. "¿Cómo dices?", preguntó Fraile. "Que van a ir a visitarla", aclaró el empresario.

Ésta fue una de las conversaciones que precipitó la detención de Gaviño, Fraile y Del Castillo. La otra fue la que intercambiaron el empresario y el edil ex adscrito al PA a mediodía, en la que Del Castillo comentó la posibilidad de "mandarle unos gánsters" a Lobo.

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