Tranquilidad en las ciudades autónomas tras las últimas avalanchas
El refuerzo de la vigilancia en los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla ha devuelto la calma a ambas ciudades autónomas, tras las avalanchas consecutivas de centenares de inmigrantes subsaharianos que intentaron penetrar en suelo español como paso previo a su salto al continente europeo. No obstante, de los montes de Ceuta siguieron surgiendo ayer inmigrantes que lograron salvar el vallado durante el salto masivo de la madrugada del jueves pasado y que se escondieron entre los arbustos. Ayer fueron trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) otros 40, lo que eleva la cifra total de los que lograron entrar en la ciudad autónoma a 214. Dos de ellos son mujeres.
La situación de tranquilidad se mezcla con un dato de incertidumbre facilitado por el delegado del Gobierno en Ceuta, Jerónimo Nieto, quien indicó que centenares de inmigrantes subsaharianos están acampados, aunque "bastante dispersos", en un denso bosque en Marruecos, en el que suelen formar pequeños grupos según nacionalidades. El temor es que, pasada la presente crisis y si se llega a relajar la vigilancia, vuelvan a intentar el salto. Las fuentes consultadas aseguran que la inminencia del ramadán (ayuno tradicional musulmán) puede empujarles a realizar una última intentona a la desesperada.
Fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla apuntaron que desde la última entrada en avalancha de inmigrantes, registrada en la madrugada del miércoles, no se han producido nuevos incidentes. En la ciudad española del norte de África han entrado por el perímetro fronterizo esta semana, en dos noches consecutivas, unos 300 inmigrantes. Actualmente sólo permanece hospitalizada una persona con fracturas producidas durante el intento de acceso.
El tráfico de mercancías desde Ceuta y Melilla con el territorio marroquí que lo rodea continuó ayer con normalidad, aunque apenas se registraron incidentes de los llamados macuteros, que envían las mercancías por encima de la valla fronteriza de forma clandestina.
Redadas en Marruecos
Mientras, en las redadas efectuadas el jueves y ayer por Gendarmería Real de Marruecos y las Fuerzas Auxiliares (Mehanía) en los alrededores de las dos ciudades autónomas fueron apresados 318 subsaharianos, según informó la MAP. La mayoría relativa (130) son de Malí, un país duramente golpeado el año pasado por una plaga de langosta que devastó la agricultura y que apenas recibió ayuda de Europa y EE UU para erradicarla. La destrucción de cultivos ha fomentado la emigración.
Marruecos ha desplegado un total de 1.600 miembros de sus fuerzas de seguridad en ambas ciudades para evitar nuevas avalanchas. Rabat asegura que estas unidades se envían para reforzar a las 7.000 ya existentes.
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