Tres atentados sincronizados causan la muerte de 85 personas al norte de Bagdad
Cinco soldados de Estados Unidos pierden la vida en una explosión en Ramadi
Al menos 85 personas murieron ayer y más de 110 resultaron heridas en tres atentados que sacudieron en apenas 30 minutos Balad, una pequeña ciudad situada a unos 80 kilómetros al norte de Bagdad y en su mayoría poblada de musulmanes chiíes. Si las estimaciones de la policía local del número de muertos se confirma, el día de ayer se convertiría en uno de los más sangrientos desde la caída de Sadam Husein, en abril de 2003. El Ejército de Estados Unidos también fue blanco de los ataques de la insurgencia. El mando militar reconoció ayer la muerte de cinco de sus soldados en Ramadi.
El primer coche bomba explotó a las 18.30 (las 16.30 en la España peninsular) en la avenida Masraf, en el centro de Balad, una de las principales y más concurridas, según informó el Ministerio del Interior iraquí. El atentado se produjo a pocos metros de la comisaría central de la ciudad. La muchedumbre se acercó de inmediato para ver lo ocurrido y ayudar a trasladar a los heridos cuando, apenas 10 minutos después, otro suicida hizo explotar el coche que conducía. No hubo que esperar otros 10 minutos para que un tercer coche bomba explotara en el barrio de Bab al Suq, que en árabe significa la puerta del mercado, y corresponde a una zona comercial.
La policía local de Balad confirma al menos 85 muertos. Su portavoz, el coronel Adel Abdalá, informó anoche de que entre las víctimas se encuentran 22 niños y 35 mujeres. También precisó que el caos que reina en la ciudad ha obligado a las autoridades a instaurar el toque de queda.
Frente a la escasez de los medios hospitalarios locales y ante el temor de que el número de víctimas aumente, Adel Abdalá dijo que se había pedido la ayuda de hospitales de la capital. Un médico del hospital Kadhimiya de Bagdad declaró que 40 ambulancias fueron enviadas a los lugares de los atentados y que aún estaban esperando su regreso. Los chiíes son los principales blancos de la insurgencia, sobre todo desde que el líder de Al Qaeda en Irak, el jordano Abu Musab al Zarqaui, decretó la "guerra total" contra esa comunidad. También son frecuentes los ajustes entre grupos armados de las dos comunidades.
Por otra parte, en Ramadi, la principal ciudad junto a Faluya de la región de An Anbar, poblada por suníes y donde la insurgencia es muy activa, cinco soldados de la 2ª Brigada de Infantería de la Marina perdieron la vida tras la explosión de una bomba, informó ayer un portavoz del Ejército de Estados Unidos en Irak.
La cadena de televisión Al Yazira asegura que los militares murieron durante "operaciones de combate". Al menos 1.934 soldados estadounidenses perdieron la vida en Irak desde la caída de Sadam Husein, en abril de 2003, aunque en estas cifras oficiosas no se recogen los miembros de operaciones especiales y encubiertas fallecidos en acción.
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