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Comandos especiales franceses asaltan un buque secuestrado por sindicalistas

Los trabajadores se habían apoderado del barco en protesta por la privatización de la naviera

Una espectacular operación militar frente al puerto de Bastia, en Córcega, puso fin ayer por la mañana al secuestro del Pascal Paoli, un barco de pasajeros de la Sociedad Nacional Córcega-Mediterráneo (SNCM), por marinos del Sindicato de los Trabajadores Corsos (STC), próximo a los movimientos independentistas de la isla. Los huelguistas se habían apoderado del buque, sin pasajeros, la noche anterior en el puerto de Marsella, en protesta por la decisión del Gobierno francés de privatizar esta ruinosa compañía que cubre las líneas que unen la Francia continental con Córcega y el Magreb.

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Tras una larga noche de tensión, durante la que se produjeron graves incidentes en los muelles de Bastia, sin que las fuerzas antidisturbios llegaran a intervenir pese a que se tiraron camiones al agua, el Pascal Paoli avistó de madrugada la bocana del puerto. Pero no llegó a entrar. A las 8.30, cinco helicópteros de combate Puma con medio centenar de efectivos del Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN) a bordo, aparecieron súbitamente por el horizonte y se situaron encima del barco sobrevolando la cubierta a pocos metros de altura. Tiradores de élite de esta unidad antiterrorista, encapuchados, vestidos de negro y armados hasta los dientes, descendieron por medio de cuerdas y en unos minutos habían tomado el control del barco y detenido y esposado a los secuestradores, que no opusieron resistencia.

"No ha habido ningún incidente", explicaba el prefecto de Córcega, "algunos nos han criticado por haber usado la GIGN pero lo hemos hecho precisamente para que no hubiera problemas". La orden de asalto la había dado el propio primer ministro Dominique de Villepin. El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, se apresuró a felicitar a los GIGN por su intervención "rápida y eficaz". Lo cierto es que los marinos esperaban la intervención, dado que hasta el último momento habían estado negociando con las autoridades que sólo decidieron intervenir cuando los secuestradores indicaron que les era "imposible" rendirse.

El Pascal Paoli, llevando a bordo los 25 marinos que el martes forzaron a la tripulación a poner rumbo a Córcega, se dirigía anoche al puerto de Tolón, escoltado por buques de la Armada. Los cuatro principales responsables del secuestro, entre los que figura el jefe del STC Alain Mosconi, quedarán detenidos. Los otros 20 trabajadores serán previsiblemente puestos en libertad con cargos. "No somos guerreros, sino padres de familia", había dicho Mosconi antes de la intervención militar, "hemos vivido en la dignidad y nos comportaremos con dignidad". La Fiscalía de Marsella ha abierto una investigación por secuestro del buque, delito punible con 20 años de prisión. El Pascal Paoli, de 176 metros de eslora, que lleva el nombre de un famoso patriota corso, es uno de los buques más modernos de la SNCM. Los movimientos nacionalistas corsos hicieron ayer una llamada a la movilización. El líder nacionalista Jean-Guy Talamoni aseguró que el Gobierno de De Villepin había prometido no usar la fuerza contra los marinos y rebajar la calificación penal si éstos no desembarcaban en Bastia. "Esta mañana, el Gobierno traicionó el acuerdo", dijo, "es absolutamente escandaloso e inaceptable".

Helicópteros Puma franceses sobrevuelan el transbordador <i>Pascal Paoli</i> ayer en el puerto corso de Bastia.
Helicópteros Puma franceses sobrevuelan el transbordador Pascal Paoli ayer en el puerto corso de Bastia.ASSOCIATED PRESS

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