Los bomberos rescatan casi 30 pasajeros del techo de un autocar

La lluvia que cayó durante la noche del pasado domingo provocó los consabidos problemas de circulación, la conocida crecida de las rieras y la caída de algún muro sin que se registraran accidentes de gravedad. El suceso más importante se produjo a partir de las 20.00 horas del domingo, cuando la fuerte lluvia que caía en el Vallès Occidental convirtió en una pesadilla el viaje de unos 30 pasajeros de un autocar de la empresa Sagalés que realizaba el trayecto Barcelona-Caldes de Montbui.

Hacia las 20.30 horas, el vehículo se embarrancó en Santa Perpètua de Mogoda, en una zona situada junto a la riera de Caldes y bajo un puente de la AP-7. Es un tramo cóncavo en el que es usual que, cuando llueve con intensidad, se acumule agua de la riera y de la autopista. Pero la lluvia del domingo convirtió la riera en un caudaloso río desbordado.

Dado que este tramo suele inundarse mínimamente cuando llueve, el conductor no dio importancia al charco que vio bajo la autopista y siguió adelante. Entonces se le vino encima una espectacular tromba de agua que llegó hasta la altura del parabrisas. El agua se coló por el tubo de escape y el motor se paró. "En aquel momento", explica Joan Muñoz, uno de los miembros de la empresa Sagalés que acudieron al rescate, "se avisó a los bomberos, a la policía y a los Mossos". Estaban atrapados, pero el conductor, según Muñoz, "conservó la calma y pidió que no se abrieran ni puertas ni ventanas". Una joven de 19 años hizo oídos sordos a los consejos, no aguantó más, rompió una de las ventanas y salió nadando. La siguieron otros dos jóvenes.Con la ventana rota, el agua empezó a entrar, y el resto de ocupantes, la mayoría jóvenes, aunque también había un grupo de mujeres, subieron al techo del autocar por la trampilla. Ahí estuvieron, protegidos de la lluvia por el puente de la autopista. Los bombreros les rescataron a través del muro, de más de dos metros de altura, con la ayuda de una escalera y unas cuerdas.

Al final, al no haber heridos, otro autocar de Sagalés llevó a la mayoría de pasajeros a sus casas. Juan Muñoz acompañó a muchos hasta la puerta de sus casas. "Se habían llevado un gran susto, algunos iban descalzos porque habían perdido los zapatos, pero estaban bien". A la joven que saltó por la ventana la llevó también hasta su casa. "Es una chica muy decidida, estaba muy tranquila", asegura Muñoz. Otro de los chicos que optó por salir nadando, explicaba que, pese a considerarse un buen nadador, pasó miedo, porque el agua le arrastraba.

Por su parte, el rescate de un matrimonio mayor que fue sorprendido por el agua mientras circulaba con su coche por un tramo seco del río Foix. Fue el incidente más destacado provocado por las fuertes lluvias que a la medianoche del domingo cayeron en la comarca del Garraf, informa Pere Lobato. Cubelles fue la población más afectada y fue en esta localidad en la que agentes municipales y bomberos tuvieron que trabajar durante dos horas para sacar a los dos ocupantes de un todoterreno que quedó atrapado en el río Foix, en un tramo habitualmente seco, pero que la noche del domingo llevaba un considerable caudal.

Este tramo del río es frecuentemente utilizado por conductores, ya que conecta las dos partes del pueblo. Las dos personas salieron ilesas del incidente. En Cubelles también se registraron inundaciones en aparcamientos subterráneos y la caída de algun pequeño muro. También se produjeron algunas incidencias menores en localidades como Vilanova i la Geltrú y Sitges.

Atrapados en las rieras

La vecina comarca del Baix Penedès también sufrió los efectos de las lluvias en la noche del pasado domingo. Fuentes de los bomberos de la Generalitat aseguraron que en localidades como Calafell, Cunit, L'Arboç del Penedès o Tarragona varios vehículos quedaron atrapados por el agua en puentes o rieras, sin que se produjera ninguna víctima. Así, en uno de los accesos a uno de los principales centros comerciales de Tarragona, varios coches quedaron atrapados sin poder avanzar con el agua a la altura de las ventanillas. Por otra parte, la lluvia provocó el desprendimiento de rocas sobre la carretera C-14 a la altura de Alcover (Alt Camp) y numerosos aparcamientos inundados en el litoral del Baix Penedès, informa Oriol Aymí.

La tormenta de la noche del domingo dejó caer 48.767 rayos y en algunos puntos acumuló más de 70 litros de lluvia por metro cuadrado en Nulles (Alt Camp). En Perafita (Osona) la intensidad de la lluvia fue tal que se registraron 20 litros en tan sólo 10 minutos y con unas precipitaciones acumuladas de 78 litros por metros cuadrado. Las lluvias fueron abundantes y casi generales y han contribuido a paliar la sequía, pero los pantanos continúan desabastedidos porque sigue sin llover fuerte en las cabeceras de los mismos.