El nuevo rebrote del mal de la 'lengua azul' obliga a inmovilizar más de 250.000 reses en Huelva y Sevilla
El sector ganadero del occidente andaluz atraviesa un año especialmente duro. A los desajustes causados por la sequía y las heladas, que ha dejado el campo casi sin pastos con los que alimentar al ganado, ha sobrevenido un nuevo problema: el rebrote del mal de la lengua azul, o fiebre catarral ovina, que ha provocado restricciones al movimiento de ganado en las zonas afectadas. Desde el pasado 22 de julio, cuando se dectectó el primer brote en Encinasola (Huelva), la enfermedad se ha extendido rápidamente a Sevilla. Actualmente hay 33 focos declarados en ambas provincias, 17 en Huelva y 16 en Sevilla. Hasta el momento, el virus que transmite un mosquito, el culicoides, sólo ha afectado a la cabaña bovina. El brote de 2004 afectó a 275 explotaciones de ganado ovino.
Este hecho pone de manifiesto la eficacia de la campaña de vacunación emprendida en 2004 por la Junta de Andalucía. La Administración autonómica aplicó más de dos millones de dosis de vacunas para ovejas, entre otras cosas, para erradicar la enfermedad. El director general de Producción Agraria, Manuel Sánchez, recordó que la Junta es la única comunidad autónoma que ha establecido ayudas para los ganaderos afectados. Esas ayudas están incluidas en el decreto de sequia y heladas de la Administración autonómica, que prevé, entre otras, la concesión de préstamos con un interés cero y la bonificación del 50% del capital en esos préstamos en la primera y segunda anualidad a los ganaderos afectados por la inmovilización de las reses.
"El año pasado logramos acabar con la propagación del virus y en 2005 no ha habido ni un sólo caso de ganado ovino afectado, ni tampoco en la zona afectada del pasado año, que fueron las provincias de Cádiz, Málaga y el sur de Huelva", señaló Manuel Sánchez. En las provincias de Huelva y Sevilla, las restricciones al movimiento ganadero afectan 259.960 reses de ovino, bovino y caprino. Las ovejas, aunque están vacunadas, y no padecen la enfermedad, están incluidas en la zona de inmovilización del ganado al ser una especie sensible.
Desde Portugal
Manuel Sánchez explicó que el virus saltó desde Marruecos a España y Portugal en 2004. En España se establecieron las medidas preventivas adecuadas, pero no ocurrió así en Portugal. Esto se ha traducido en que, al producirse las condiciones propicias para la presencia del mosquito, la enfermedad haya rebrotado. Por eso, la primera finca afectada fue Encinasola, próxima a la frontera con Portugal. El movimiento del virus ha sido de oeste a este. "Si Portugal hubiera realizado los mecanismos de saneamientos como España, la enfermedad estaría erradicada para nosotros en estos momentos", remarcó.
El secretario provincial de COAG, Juan Antonio Camacho, incidió ayer en grandes dificultades a las que se ve sometido el sector con la "inmovilización de las reses". "Esta medida ha abocado a muchos ganaderos a dejar a su suerte al ganado ante la imposibilidad de seguir alimentándolo. Hemos solicitado a las administraciones mayor flexibilidad para mover el ganado", señaló Camacho. La Junta replica que el movimiento del ganado está permitido para vida, "con unos análisis previos que garanticen que ese animal no tiene la enfermedad de la lengua azul, y para sacrificio, bien para lidia o matadero, cumpliendo unos requisitos de desinfección y las medidas sanitarias exigidas.
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