Mantienen distancias

El curso político que ahora se inicia, sin elecciones, pero con acontecimientos de gran impacto en la agenda, lo encara el partido del Gobierno con una ventaja de seis puntos sobre el primero de la oposición, según el sondeo que hoy publica este periódico. La distancia es muy similar a los 5,5 puntos que les separaron en las últimas elecciones. Esa continuidad, que se extiende también a las expectativas de los partidos menores, no se ve afectada por la valoración, algo más negativa que hace un año, de la gestión del Gobierno, y de algunos episodios, como los incendios de julio en particular. Y ello porque también desciende la valoración que los españoles, incluyendo los votantes del PP, hacen de la oposición que está desplegando ese partido.

El PP ha dejado claro que se va a centrar en la denuncia de la dependencia de Zapatero respecto a sus aliados nacionalistas. De momento, sin embargo, no se percibe un desgaste por ese lado. Los socialistas mantienen las distancias, lo que también cuestiona las explicaciones puramente coyunturales de su victoria de marzo del año pasado. Dos de cada tres españoles siguen pensando que era necesario un cambio. Durante la primera legislatura de Aznar, en la que tampoco tenía mayoría absoluta, el PP y el PSOE se mantuvieron durante más de dos años en distancias similares a las de las elecciones de 1996: sólo a finales de 1998, tras la tregua de ETA, despegó, y fue aumentando su ventaja hasta alcanzar los 10 puntos (y la mayoría absoluta) en 2000.

Se tiene una visión más optimista de la situación económica que de la política, y una opinión más favorable de Zapatero y Rajoy que de sus partidos respectivos. Con la particularidad de que los votantes del PP ven peor a Zapatero que al PSOE, cosa que no ocurre en sentido inverso. También llama la atención que haya tres ministros que obtienen mejor valoración que el jefe del Gobierno, y que entre ellos haya uno, el de Defensa, al que aprueban los votantes del PP. Casi la mitad de los encuestados es crítica con el comportamiento de los gobernantes en los incendios del verano, mientras que aprueban la gestión de la crisis motivada por la muerte en accidente de 17 militares en Afganistán. Una neta mayoría, incluso entre los votantes del PP, es partidaria del regreso de las tropas de ese país, en contra de la opinión de los dos grandes partidos.