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Reportaje:

El Kremlin anula al último magnate

El empresario Mijaíl Jodorkovski recurre en el Tribunal de Estrasburgo una sentencia que le impide presentarse a las elecciones

Pilar Bonet

Las autoridades rusas han logrado conjurar en el tribunal de apelación de Moscú el último desafío de Mijaíl Jodorkovski, el fundador del imperio petrolero Yukos, pero pueden enfrentarse a un quebradero de cabeza mayor en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, adonde piensa recurrir el magnate encarcelado.

Así lo anunciaron ayer sus abogados, después de que un tribunal de segunda instancia confirmara la víspera en una única sesión que Jodorkovski es culpable de diversos delitos de estafa y evasión fiscal, por los que ya fue condenado en primera instancia el 31 de mayo. Con esta sentencia, Jodorkovski ve cerradas sus posibilidades de presentarse a las elecciones.

Un abogado del empresario salió ayer de Rusia después de que le anularan el visado

Las tensiones entre los defensores del que fuera el hombre más rico del país y las autoridades estaban al rojo vivo. Uno de los letrados, el canadiense Robert Amsterdam, tuvo que abandonar ayer Rusia, después de que un grupo de agentes de seguridad irrumpiera en la habitación de su hotel de madrugada y le anulara el visado. También ayer, la fiscalía presentó un recurso ante el Colegio de Abogados para inhabilitar a ocho de los nueve abogados del magnate petrolero, alegando que intentaron entorpecer el proceso.

"En decenas de años de actividad profesional no he visto jamás una parodia semejante del sistema judicial", afirmaba el respetado Yuri Schmidt, uno de los letrados del magnate. Según Schmidt, la vista del recurso en segunda instancia se ha hecho con transgresiones procesales, con protocolos falsos de las declaraciones de los testigos y plazos insuficientes para estudiar los centenares de tomos del proceso. Según él, el tribunal se doblegó a las presiones del Kremlin, cuyo único fin era dar fuerza legal a la sentencia y eliminar el problema de que Jodorkovski pudiera presentarse a las elecciones del próximo diciembre por un mandato de diputado vacante de la Duma Estatal (Cámara baja del Parlamento ruso).

Schmidt dijo estar convencido de que el Kremlin puede hacer lo que le dé la gana con Jodorkoski. "Si el Kremlin decide que hay que juzgar a Jodorkovski eternamente, así lo hará", señaló el abogado, que acusó a Rusia de transgredir sus obligaciones como miembro del Consejo de Europa. Otros seis presos pendientes de juicio habían declarado que querían competir por el mismo escaño que Jodorkovski, lo que parece ser un retorcido esquema ideado para devaluar la iniciativa del magnate.

"Esperaba otra sentencia. Lo siento y estoy decepcionado", dijo el presidente de la Unión de Industriales y Empresarios, Arkadi Volski, uno de los pocos representantes del empresariado que aún se atreven a defender al petrolero.

Como los exiliados Borís Berezovski y Vladímir Gusinski, Jodorkovski desafió el poder político del presidente Vladímir Putin. Al margen de si transgredió la ley o no, el juicio contra él tiene un carácter selectivo, ya que cualquier investigación seria de las actividades de otros oligarcas de la época de Borís Yeltsin hoy fieles al Kremlin podría revelar irregularidades semejantes o mayores de las que se incriminan a Jodorkovski.

El destino de éste contrasta con el de Román Abramovich, el gobernador de Chukotka y dueño del club de fútbol Chelsea. En la actualidad, la empresa Gazprom, el gigante del gas ruso, negocia la compra de la participación de Abramóvich en la petrolera Sibneft. Gazprom ha gestionado con bancos occidentales, incluidos varios alemanes, la concesión de un crédito de 12.000 millones de dólares para pagar lo que será la mayor compra estatal de la historia de Rusia tras la caída del comunismo.

La operación dejará a Abramovich con casi 9.000 millones en el bolsillo por desprenderse de lo que compró en los noventa por un centenar de millones de dólares gracias a su relación con la familia de Yeltsin. El imperio de Jodorkovski, en cambio, ha sido desmembrado con reclamaciones fiscales que le han privado de Yuganskneftegaz, su principal productora, nacionalizada en una especie de subasta en diciembre de 2004.

A diferencia de Jodorkovski, Abramóvich no planteó exigencias políticas al presidente. En la persecución de Jodorkovski convergen diversos factores, y algunos ven un móvil personal del líder ruso, además de intereses económicos y políticos de su entorno. Gazprom, con una capitalización de 122.500 millones de dólares, es la primera empresa de Rusia y sus acciones han subido casi un 100% en lo que va de año.

Ante las elecciones parlamentarias de 2007 y presidenciales de 2008, Putin da a entender que no piensa prolongar su mandato, lo que, de ser verdad, estimula la ambición de sus allegados por situarse en la línea sucesoria. Hoy, la popularidad del líder es la más alta en lo que va de año. Un 71% de los ciudadanos aprueba su gestión, según el centro de Yuri Levada. Si hubiera elecciones ahora, le votaría un 55%, según el Centro Sociológico de Estudio de la Opinión Pública. Gracias a los ingresos del petróleo, el presidente ha anunciado cuatro grandes programas sociales (vivienda, sanidad, educación y agricultura), a los que se destinarán cerca de 3.800 millones de euros.

Mijail Jodorkovski.
Mijail Jodorkovski.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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