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La caravana contra la guerra de Irak llega a Washington

Los activistas, encabezados por Cindy Sheehan, piden el regreso de las tropas

Yolanda Monge

Tres semanas después de cruzar el país en autobús en una gira que comenzó a las puertas del rancho del presidente George W. Bush en Tejas, Cindy Sheehan ya está en Washington. El movimiento contra la guerra ha llegado hasta el corazón político de EE UU. Sheehan, la madre de un soldado muerto en Irak hace más de un año, repitió ayer su mensaje: "Acabar con la guerra y traer las tropas a casa".

Acampada en la explanada del Mall de la ciudad, tal como ya lo hizo en Crawford (Tejas), Sheehan encabezará mañana lo que se espera sea una multitudinaria manifestación en Washington en contra de la guerra. Según los organizadores se espera una asistencia de 100.000 personas. La marcha coincide con la asamblea anual del FMI y del Banco Mundial.

Después de que la protesta que lidera esta activista haya quedado totalmente eclipsada por la catástrofe del huracán Katrina, la madre del soldado Casey Sheehan defendió a las puertas del Capitolio su lucha y recordó a los congresistas y senadores que el país todavía "está en guerra". Sheehan hizo notar ayer a los informadores que el pasado martes otros nueve estadounidenses perdieron la vida en Irak, donde la cifra de bajas se acerca al terrible número de 2.000. "Vamos a acabar con esta guerra y vamos a traer las tropas de vuelta a casa", declaró Sheehan.

La activista contra la guerra prometió ayer "forzar un cambio en lo que está sucediendo" durante los discursos de protestas junto a la Casa Blanca y el Capitolio. "Nosotros, la gente de América somos el control y el equilibrio de este Gobierno", agregó. "Y finalizaremos esta guerra", sentenció. Pocas horas después de que Sheehan hiciera estas declaraciones, Bush rendía homenaje a las madres de los militares que han muerto en el cumplimiento de su deber. También proclamó que el domingo sea el día de la Estrella de Oro de las Madres y ordenó que la bandera de EE UU fuera ondeada sobre los edificios del Gobierno.

"¿Qué queremos?", preguntaba a través de un micrófono un hombre del grupo de activistas reunido junto a Sheehan en una plaza cerca de Constitution Avenue y que han hecho con ella todo el viaje a bordo del autobús contra la guerra. La respuesta se coreaba inmediatamente: "¡Que las tropas vuelvan a casa!". "¿Cuándo queremos que eso ocurra?", volvía a preguntar el hombre. "¡Ahora!, ¡Ahora! No más sangre por petróleo", exclamaba una mujer.

Portando pancartas con las fotografías de sus hijos muertos en el país árabe, el pasado miércoles un grupo de unas 30 personas intentó entregar una carta del tamaño de un póster en la Casa Blanca en la que se cuestionaba la guerra de Irak. "Esta es nuestra casa, y no nos permiten entrar en nuestra casa", declaró a la prensa Sheehan. Un agente del servicio secreto recogió la entrega. "Mientras que nuestros legisladores duermen tranquilos en sus camas, yo permanezco despierta, preocupada por mi hijo", contó Anne Repsler a Associated Press. El hijo de Repsler, Michael Diez forma parte de la 82 División Aerotransportada, ahora desplegada tanto en Irak como en las calles de Nueva Orleans.

Sheehan, cuyo hijo de 24 años fue, según sus propias palabras, "asesinado por Bush" en Irak, quiere que el presidente le explique por qué envió a EE UU a la guerra y declara que quiere dar un paso para que el mandatario ponga fin al conflicto. Lo que comenzó como la protesta de una madre desconsolada, se transformó en poco tiempo en un símbolo del creciente cuestionamiento en EE UU a la presencia de tropas en Irak Sheehan inició su vigilia el 6 de agosto, cuando llegó tan cerca como le permitieron del rancho donde el presidente George W. Bush pasaba entonces sus vacaciones de verano, no lejos de Crawford, Texas. Desde entonces ha pedido reunirse con el presidente Bush para exigir personalmente el retiro de las tropas estadounidenses de Irak.

"¿Por qué George Bush mató a mi hijo? Cuál fue la causa noble por la que murió? Quiero saber, señor Bush, si usted cree que esta causa es tan noble, si usted alentaría a sus propias hijas a ir a Irak y a tomar el lugar de un soldado que quiere volver", declaró Sheehan en una entrevista el pasado agosto.

Cindy Sheehan, durante la rueda de prensa del miércoles en Washington.
Cindy Sheehan, durante la rueda de prensa del miércoles en Washington.EFE

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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