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Barroso pide a Blair energía política para sacar a la UE de la parálisis financiera

El presidente de la Comisión pasa a la ofensiva para superar los 'noes' a la Constitución

Andreu Missé

El presidente de la Comisión, el portugués José Manuel Durão Barroso, anunció ayer su decisión de "pasar a la ofensiva" para sacar a Europa del atolladero en que se encuentra desde los noes de Francia y Holanda a la Constitución de la Unión Europea. Barroso emplazó al primer ministro británico, Tony Blair, que ejerce la presidencia semestral de la Unión Europea, a que "dedique toda su energía política" a aprobar las perspectivas financieras para 2007-2013 antes de fin de año como la primera medida "urgente" para reactivar la actividad comunitaria.

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En su primera conferencia después de la rentrée, el líder europeo introdujo una fuerte dosis de realismo al admitir que no habrá ratificación de la Constitución "en un futuro próximo", pero subrayó que ello no significaba el vacío legal. Subrayó que Europa contaba con unos tratados vigentes (Niza) y que había que dar respuesta a las demandas de los ciudadanos. Para dinamizar el funcionamiento de las instituciones, el presidente anunció "la simplificación del acervo comunitario", constituido por todo el paquete de normas y disposiciones de la UE y que cuenta con más de 80.000 páginas.

Esta medida se suma a la iniciativa de retirar 70 proyectos de ley prevista para la próxima semana por considerar que se trata de normas que complican innecesariamente la vida de los ciudadanos. Su objetivo es quitar argumentos a los euroescépticos, que asocian la idea de Europa a una maquinaria excesivamente burocratizada.

Para Barroso, lo prioritario ahora es la aprobación de las Perspectivas Financieras 2007-2013, que constituyen el esqueleto de los presupuestos europeos para los próximos años, ya que, de lo contrario, "tendría un coste social muy alto para los nuevos países de la ampliación". La incapacidad de los jefes de Estado y de Gobierno para aprobar la última propuesta de Luxemburgo sobre perspectivas financieras en la cumbre de junio, por la oposición de los países ricos encabezada por el Reino Unido y Holanda, agravó seriamente la crisis europea.

Barroso no precisó ayer sobre qué bases deberían elaborarse los nuevos presupuestos. Al principio de su presidencia europea, la intención del Reino Unido era realizar borrón y cuenta nueva y presentar una propuesta completamente distinta. Después, por puro pragmatismo, cobró fuerza la iniciativa de volver a recuperar la propuesta del primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker.

El presidente de la Comisión recordó ayer que lo importante era alcanzar un acuerdo y que la cuestión de acordar "los números" correspondía a la presidencia. Añadió que la Comisión seguía defendiendo su propuesta inicial, que, como la del Parlamento, era más ambiciosa que la de Luxemburgo, que ostentó la anterior presidencia.

La prioridad nuclear del presidente es dar respuestas concretas a las expectativas de los ciudadanos. "La construcción europea no es una iniciativa burocrática ni tecnocrática, lo que hay que hacer es más política". En esta línea, anunció un paquete de disposiciones que persiguen el desarrollo de la estrategia de Lisboa, que pretende básicamente aumentar la competitividad y el empleo.

Entre estas iniciativas puso de nuevo sobre la mesa la directiva de servicios, que tanta polémica había levantado anteriormente. Recordó que ningún Estado había solicitado formalmente su retirada y que estaba trabajando con el Parlamento para aproximar posiciones. Los servicios representan el 70% del producto interior bruto (PIB) comunitario y la ausencia de una regulación armonizada es un serio freno a la competitividad, según la Comisión.

El presidente anunció también el proyecto de una directiva de política industrial y lamentó el rechazo de los Estados a crear un Fondo del 1% del presupuesto para amortiguar las situaciones de crisis como la que padecen los trabajadores de Hewlett-Packard. Consideró que su situación podría ser atendida con ayudas del Fondo Social Europeo.

Entre las otras iniciativas concretas presentadas ayer mismo figuran la revisión profunda del régimen de ayudas de Estado a cargo de la comisaria de Competencia, Nelly Kroes; las propuestas de armonización sobre retención de datos y lucha contra el terrorismo, propuesta por el comisario de Justicia, Franco Frattini, y la nueva estrategia para mejorar la calidad del aire, defendida por el comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas.

José Manuel Durão Barroso, durante la rueda de prensa de ayer en Bruselas.
José Manuel Durão Barroso, durante la rueda de prensa de ayer en Bruselas.REUTERS

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