El resultado electoral decepciona a los empresarios alemanes

La industria alemana se mostró ayer decepcionada por el ajustado resultado electoral del domingo, que no permite definir un rumbo político claro para los próximos años. El empresariado alemán había apostado por un cambio de Gobierno que impulsara las reformas de manera decisiva. En una buena prueba de que los mercados reaccionan mal a la incertidumbre, la Bolsa de Francfort llegó a perder un 2% durante la jornada, aunque al final de la sesión las pérdidas se moderaron y su principal índice, el DAX, se anotó un retroceso del 1,21% al cierre. La divisa europea también encajó mal la falta de un claro ganador en Berlín y se desplomó un 1,1% en las primeras horas de negociación, hasta cotizar en 1,2101 dólares, su nivel más bajo de las últimas siete semanas. No obstante, a última hora el euro recuperó algo de terreno frente al billete verde y se intercambiaba a 1,2142 dólares.

"Desde el punto de vista de la industria y de la economía estamos amargamente decepcionados", declaró el presidente de la Confederación Federal de la Industria Alemana, Jürgen Thumann. "Una gran coalición de democristianos y socialdemócratas sólo se podría poner de acuerdo en pocos asuntos", teme Thumann. "A medio plazo, si no pactan un programa de reformas, habrá consecuencias negativas para el crecimiento económico de Alemania", auguró el presidente de la Cámara Alemana de Industria y Comercio, Ludwig-Georg Braun.

Las empresas, según Braun, se mantendrán a la expectativa durante las negociaciones para formar gobierno y "durante ese tiempo, no se tomarán decisiones de inversión importantes", añadió. "La incertidumbre es lo peor para la economía", lamentó Hubertus Pellengahr, portavoz de la Confederación del Comercio Minorista.

División de los analistas

Los institutos de investigación económica se mostraron divididos ante el peligro de que el resultado electoral signifique un freno a las reformas. "Las grandes reformas las veo de momento congeladas", declaró el director del instituto HWWI de Hamburgo, Thomas Straubhaar. "Habrá medidas aisladas pero no una política cohesionada, que es lo que hace falta para hacer las reformas coherentes", dijo Straubhaar. "Alemania seguirá en muchos aspectos en obras", declaró al diario Westdeutsche Allgemeine Roland Döhrn, del RWI de Renania del Norte-Westfalia, que teme que las negociaciones de coalición duren varias semanas, lo que podría aportar más inseguridad a la economía alemana.

Sin embargo, Gustav Adolf Horn, del IMK, ve en el resultado una gran oportunidad. "Los alemanes han demostrado que quieren reformas, pero no a costa del Estado social en las que las personas de ingresos bajos y los parados tengan siempre que desangrarse", dijo Horn. "El peligro de paralización existe, pero también hay una base para decisiones conjuntas", apuntó Michael Hüther del IW de Colonia. Tampoco lo consideró una catástrofe el economista jefe del Ifo, Gernot Nerb. "No está todo perdido", declaró Nerb, que duda de que una gran coalición signifique un frenazo a las reformas. "¿Por qué no iba a funcionar?", añade Nerb, que destaca la importancia de que se encuentre una solución rápida. Klaus Zimmermann, del DIW de Berlín, consideró que una gran coalición "es lo que el país necesita: una amplia mayoría a favor de las reformas". A pesar de la reacción de Francfort, las demás plazas financieras europeas encajaron las noticias políticas alemanas con cierta indiferencia. Londres avanzó un 0,4% en la jornada y Madrid se anotó un alza del 0,04%. Por el contrario, París cedió un 0,08%, mientras Milán bajó un 0,03%.