Andalucía, la última de la fila

Una foto fija, esa es la expresión que mejor define la situación económica que presenta nuestra Comunidad Autónoma, en los últimos años. De nuevo Andalucía aparece como la región española con la segunda renta familiar disponible por habitante más baja del país, sólo por delante de la comunidad autónoma extremeña. Así, los andaluces disponen de entre 8.300 y 9.300 euros al año, una cifra que se sitúa un 20% por debajo de la media nacional -entre 10.200 y 12.100 euros- y muy lejos de las comunidades más ricas, como Navarra y País Vasco, ambas con más de 14.000 euros.

En el ranking provincial contenido en el último informe anual elaborado por La Caixa, que analiza la situación económica de Andalucía, siete provincias andaluzas se sitúan entre las ocho que peores resultados presentan de toda España. Cádiz ocupa el último lugar con un nivel económico 2 sobre 10 -lo que equivale a una renta familiar disponible por habitante de entre 7.200 y 8.300 euros-. Seis provincias andaluzas -Sevilla, Málaga, Jaén, Huelva, Granada y Córdoba- presentan categoría 3, es decir, tienen rentas que, en ningún caso, superan los 9.300 euros. Únicamente Almería escapa del vagón de cola, situándose en el puesto 32 -sobre un total de 52 provincias- con un nivel de renta 4, es decir entre 9.300 y 10.200 euros anuales.

Es generalmente reconocido en Andalucía que el crecimiento económico se viene basando en la construcción y en el turismo, y este hecho no es una garantía para la sostenibilidad económica. La construcción, con un peso del 11,61%, creció en el último año 7,385% y los servicios, dentro de los cuales el turismo es parte y dinamizador importante, aportaron casi la mitad del crecimiento total. Seguimos teniendo pendiente la asignatura de la industrialización, aún distante de la media nacional, y el peso del sector primario es algo superior al nacional.

Pero junto a la construcción y el turismo es necesario ir a la búsqueda de otros sectores que configuren una economía diversificada que goce de las condiciones propicias para favorecer la actividad empresarial y la inversión privada, que son quienes están llamadas a crear "valor añadido y empleo". Hacen falta más empresarios, más proyectos empresariales, más instrumentos financieros para acometerlos y una inversión valiente, decidida y necesaria en Investigación, Desarrollo e Innovación.

Pero el panorama no es muy halagüeño, la progresiva extinción de los fondos de cohesión, la disminución de los fondos estructurales por ampliación de la Unión Europea (UE), la aparición junto a Andalucía de más regiones pobres -Objetivo 1- y la incertidumbre sobre las perspectivas financieras del período 2007-2013 van a provocar la desaparición del "auténtico mána" del que ha dispuesto durante estos últimos 20 años el gobierno socialista en Andalucía, en concreto, un billón ochocientos mil millones de pesetas, unos 11.000 millones de euros. Conviene recordar que de los cerca de 24.500 millones de euros del Presupuesto de la Junta de Andalucía para 2005, casi 2.500 millones corresponden a fondos europeos.

La consideración de Andalucía como región Objetivo 1, definición acogida con cierto alborozo en las filas socialistas, significa que nuestra Comunidad Autónoma presenta una enorme brecha económica no sólo con la UE sino también en España.

De momento, los datos de la Oficina Estadística Europea, apuntan que Andalucía y Extremadura son las regiones -ambas gobernadas por el PSOE- más pobres de España, con un 70.9% y un 61.5% del PIB por habitante de la media de la UE en el año 2002.

El recorte de los fondos comunitarios para Andalucía, según un estudio del Instituto Klein, lo sitúa en un escenario más complejo y difícil, al tiempo que preocupante: Andalucía perderá unos 400.000 millones de pesetas en el próximo escenario financiero 2007-2013. Al disminuir estos fondos, sólo caben tres opciones: reducir drásticamente las inversiones, incrementar el ahorro público o utilizar fórmulas de cofinanciación privada.

El problema no se resuelve diciendo que Andalucía crece, hay que decir "en qué proporción", pues diferentes estudios realizados por entidades financieras en nuestra Comunidad Autónoma apuntan que Andalucía tardará 30 años en alcanzar la renta media comunitaria. Ya ve, señor Chaves, tras 22 años de gobierno socialista en Andalucía, nuestra Comunidad Autónoma se sitúa la última de la fila.

Y encima, por si fuera poco, en esta semana el PSOE, mete la mano en el bolsillo de los andaluces subiendo "de momento" los impuestos indirectos que recaen sobre bebidas alcohólicas y tabaco. La izquierda, señor Chaves, sube los impuestos.

José Enrique Fernández de Moya Romero es portavoz de economía del Grupo Parlamentario Popular.