La 'ONU' paralela de Bill Clinton

Los líderes del mundo aprobaron esta semana un documento lleno de buenas intenciones en la asamblea que conmemora el 60º aniversario de la ONU. A pocas manzanas de allí, también en Nueva York, algunos de esos líderes -reyes, presidentes y primeros ministros- junto a políticos, empresarios y otras personalidades, acudieron a la llamada de Bill Clinton, que tiene aún suficiente energía y visión como para lanzar la Iniciativa Global que lleva su nombre.

Rodeado de la vieja-joven guardia de los ocho años que pasó en la Casa Blanca y de un millar de personas -poderosos, influyentes e innovadores que pagaron 15.000 dólares (12.250 euros) para asistir a las jornadas- Clinton estimuló las discusiones y los seminarios que giran en torno a cuatro grandes asuntos: la pobreza; la religión y su capacidad de conflicto y de reconciliación; el cambio climático y las prácticas de gobierno.

Rabinos y cardenales, artistas y filántropos, Gerry Adams y Víktor Yúshenko, Simón Peres y George Soros, Madeleine Albright y Rupert Murdoch, junto a cientos de personas, participaron en un sistema fluido y abierto, al estilo de la cumbre de Davos, aunque con un toque de Hollywood en músicas y puestas en escena. La novedad de esta ONU paralela es que cada participante debe anunciar iniciativas para mejorar el mundo. "Hemos venido a algo más que a hacernos fotos o a hacer lo de siempre, que es estudiar temas, decir lo que pensamos y quejarnos cuando los Gobiernos ignoran nuestros consejos. Por eso, esperamos compromisos", dijo Clinton en la sesión inaugural, al anunciar que la cumbre se abría con medio centenar de iniciativas -entre ellas, un fondo de inversiones para África y un plan de microcréditos empresariales para luchar contra el sida- por valor de más de 300 millones de dólares.

Clinton abrió la reunión -a la que asistió como espectador, en primera fila y sentado junto al emir de Qatar, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero- animando un debate con el rey Abdalá de Jordania, el primer ministro británico Tony Blair y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, un gesto del espíritu suprapartidista de la iniciativa. Con la comodidad en público y la maestría que le caracterizan, el ex presidente condujo la conversación hacia las consecuencias económicas de la retirada de la franja de Gaza; las ventajas y los problemas de la globalización; el precio del petróleo y las alternativas energéticas, y el debate interno en el islam sobre lo que el monarca jordano llamó "la manipulación de la religión por parte de los extremistas".

Los reunidos alabaron "la capacidad de convocatoria de Clinton", en palabras de Fernando Enrique Cardoso, ex presidente de Brasil, o echaron de menos iniciativas similares, como señala Jorge Castañeda, ex canciller mexicano: "Estas cosas son útiles, por la gente que se reúne y por los temas que se abordan; nosotros en América Latina, que sabemos lo difícil que es poner asuntos nuestros sobre la mesa, qué más quisiéramos que tener una exposición así. A mí me da una envidia enorme". Incansable, a la una de la madrugada y en Nobu, uno de los templos de la vanguardia gastronómica japonesa, Clinton explicaba a Elvis Costello y Diana Krall su operación de corazón de hace un año.

Entre los participantes en los debates estuvieron Javier Solana en nombre de la UE, Rodrigo Rato, como director del Fondo Monetario Internacional, y el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Además asistieron el ex presidente Felipe Gonzalez, Diego Hidalgo, presidente de Fride, Mauricio Toledano, presidente de Eurofinsa, y Juan Luis Cebrián, consejero delegado de PRISA.

Clinton mencionó en la apertura los parques eólicos de Canarias al hablar de energías alternativas. Ricardo Melchior, presidente del Cabildo de Tenerife y también presente en Nueva York, explica la razón: "En Canarias, y específicamente en Tenerife, tenemos el Instituto Tecnológico de Energía Renovable, y cuando Clinton estuvo allí el 26 de julio vio los parques y todas las actividades que se desarrollan: desde sistemas de biomasa para Bolivia hasta 800 torres patrocinadas por la UE para suministrar energía a pequeñas poblaciones latinoamericanas, pasando por sistemas de desalación de agua de mar para Mauritania". Canarias puede jugar un papel muy importante en el desarrollo de África y Latinoamérica "gracias a su posición de plataforma tricontinental".