Bush intenta recomponer su imagen con un discurso social en Nueva Orleans
El líder de EE UU promete "una de las mayores operaciones que el mundo haya conocido"
George W. Bush prometió ayer a las víctimas del Katrina que su Gobierno utilizará todos los recursos a su alcance para emprender "una de las mayores operaciones de reconstrucción que el mundo haya conocido". Con un discurso televisado en directo desde la plaza de Armas de Nueva Orleans, corazón del casco histórico de una ciudad devastada, Bush intentó no sólo ganarse la confianza de los damnificados, sino también recomponer su deteriorada imagen. "Es imposible imaginar EE UU sin Nueva Orleans, y esta ciudad resurgirá", afirmó.
El presidente se dirigió a los estadounidenses en mangas de camisa, con la catedral de San Luis iluminada como fondo. El discurso, retransmitido en el horario de máxima audiencia en la noche del jueves [madrugada de ayer en España], fue cuidadosamente redactado para mostrar el lado más humano del presidente, que abordó cuestiones como la pobreza y la discriminación racial, con las que no suele sentirse cómodo.
Bush reconoció que su Gobierno no supo responder con la debida prontitud al Katrina, que ha causado la muerte de varios cientos de personas en los Estados de Luisiana, Misisipi y Alabama. "Cuatro años después de la pavorosa experiencia del 11-S, los estadounidenses tienen todo el derecho a esperar una respuesta más eficaz ante una emergencia", dijo. Para que los errores no se vuelvan a repetir, el Departamento de Seguridad Nacional llevará a cabo una exhaustiva revisión de los planes de emergencia en todas las grandes ciudades del país.
Por primera vez desde el paso del Katrina, hace casi tres semanas, el presidente se refirió públicamente a las miles de víctimas que tuvieron que refugiarse en penosas condiciones en el Superdome y el Centro de Convenciones de Nueva Orleans, la mayoría de ellos pobres de raza negra. "Hemos sido testigos de una desesperación que ningún ciudadano de este país grande y generoso debería haber conocido: compatriotas estadounidenses pidiendo comida y agua, gente vulnerable abandonada a merced de delincuentes sin piedad y cadáveres sin cubrir abandonados en las calles", dijo.
En algunos momentos, el contenido social del discurso hizo recordar al ex presidente Clinton más que al propio Bush, un político republicano que ganó las elecciones con propuestas de recorte de impuestos y reducción del gasto público. Bush reconoció que, como todos los estadounidenses pudieron ver en televisión, la pobreza está profundamente enraizada en Nueva Orleans, y aseguró que el Gobierno tiene la obligación de tomar "medidas drásticas" para erradicarla. "La pobreza tiene sus raíces en una historia de discriminación racial, que impidió a varias generaciones aprovechar las oportunidades que ofrece Estados Unidos", declaró.
El presidente aseguró que su Gobierno no escatimará gastos para ayudar a las casi tres millones de víctimas del Katrina a encontrar casa, trabajo, colegio y asistencia sanitaria. "Haremos lo que haga falta en toda la zona afectada por el huracán. Estaremos aquí todo el tiempo que sea necesario para ayudar a los ciudadanos a reconstruir sus comunidades y sus vidas", dijo.
5.000 dólares
Entre otras medidas de apoyo a los damnificados, anunció la entrega de hasta 5.000 dólares (unos 4.090 euros) a quienes busquen un empleo y la puesta en marcha de una zona de reactivación económica con incentivos fiscales a las empresas que decidan invertir en ella. El Gobierno, agregó, sorteará parcelas de suelo público entre las víctimas con menos recursos económicos para que puedan construirse casas nuevas.
Bush llegó a ofrecer él mismo en pantalla un número de teléfono gratuito para facilitar la reunificación de las familias separadas por el Katrina. Aunque el presidente no dio una cifra sobre el coste de la reconstrucción, los expertos creen que superará los 200.000 millones de dólares (unos 163.600 millones de euros) sólo en el primer año.
El senador demócrata John Kerry se apresuró a criticar el discurso del presidente. "El liderazgo no consiste en dar un discurso o un teléfono gratuito", dijo Kerry, que perdió las elecciones ante Bush en noviembre del año pasado. "Ningún estadounidense duda de que Nueva Orleans resurgirá. De lo que sí dudan es de la capacidad de este Gobierno y de su compromiso con las víctimas", afirmó.
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