Las autonomías pirenaicas piden mejores vías entre Francia y España

Los presidentes de las comunidades autónomas limítrofes con el Pirineo (Cataluña, Aragón, Navarra y el País Vasco) expresaron ayer en Barcelona la urgencia de reforzar las conexiones entre España y Francia. Todos acudieron a la clausura del consejo plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, que se ha celebrado esta semana en la capital catalana. Hubo también representantes franceses y de Andorra.

La Comunidad de Trabajo de los Pirineos es un organismo que agrupa a las regiones españolas y francesas limítrofes con el Pirineo. Periódicamente se reúnen para analizar los problemas comunes. Y uno de los más importantes es el de las comunicaciones. De dos tipos: las que cruzan la cordillera y las que circulan en paralelo.

En el norte, no hay hoy por hoy una carretera en condiciones que vaya del Atlántico al Mediterráneo; tampoco en el sur, aunque desde hace años, con más lentitud que prisa, se está construyendo el Eje Pirenaico. Y si las comunicaciones paralelas son minúsculas, las de penetración no están mucho mejor. La mayor parte del movimiento de pasajeros de personas y mercancías se realiza por los dos extremos: Irún, en el oeste, y Portbou y Figueres, en el este. Ambos puntos concentran el 86% del tráfico de mercancías por carretera entre España y Francia: unas 85 toneladas. Frente a esa cifra, las que se mueven por tren son casi insignificantes: apenas cuatro toneladas. El tráfico hispano-francés es un 20% superior al que se registra en la frontera entre Francia e Italia, "a pesar de que las comunicaciones pirenaicas son mucho peores", declaró el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias.

El veredicto del presidente aragonés fue bien explícito: se tienen que construir nuevas infraestructuras y mejorar las ya existentes para "desbloquear el Pirineo". Iglesias explicó que durante el pasado invierno algunas carreteras aragonesas "estuvieron cerradas durante más de dos meses" por desprendimientos de nieve. Es "muy difícil", dijo, "explicar cómo es posible que en países avanzados" como España y Francia pueda ocurrir esto. La situación "es peor ahora que hace 20 años", aseguró. Y a pesar de ello, cada año aumenta el 10% el tráfico de mercancías por el Pirineo.

Los ferrocarriles transpirenaicos de Zaragoza a Francia por Canfranc, y de Barcelona a la frontera por Ripoll y Puigcerdà, están olvidados, denunciaron el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el propio Iglesias. La estación internacional de Canfranc, de espectaculares dimensiones -es la segunda más larga de Europa-, se ha convertido en un auténtico fantasma en medio del Pirineo aragonés, a raíz de que en los años setenta los ferrocarriles franceses decidieron cancelar sus servicios después de un accidente.

En Cataluña, únicamente llegan a la frontera francesa pasando por Vic, Ripoll y Puigcerdà, en una vía en proceso de rehabilitación pero que ha sufrido por su antigüedad en los últimos meses.

Maragall aprovechó la ocasión para reivindicar uno de los proyectos que defienden los socialistas y a los que se opone activamente ICV, su socio en el tripartito: la interconexión eléctrica de 400 kilovoltios por Francia. El presidente de la Generalitat insistió en que "hay que hacerla" ya que "no hay alternativas que sean física y económicamente viables".