El Ejecutivo espera culminar esta semana el acuerdo sobre los contenciosos del Cupo y los gastos del 'Prestige'

El Gobierno vasco da ya por cerrada la crisis del Cupo que desde mayo de 2003 enfrenta a las administraciones central y vasca y aspira a liquidar los otros dos conflictos financieros pendientes los próximos. Fuentes del Ejecutivo estiman que el acuerdo de financiación de la ampliación de la Ertzaintza se encuentra aún "verde" y que el convenio sobre los gastos ocasionados por la marea negra causada por el hundimiento del Prestige está "maduro". En todo caso, en el Gobierno vasco considera, igual que el central, que existe "voluntad" de acuerdo y que en breve se llevará a un documento.

El Gobierno central aceptó en la Conferencia de Presidentes que Euskadi tiene derecho a participar en las aportaciones extraordinarias que la Administración central haga a las comunidades autónomas para sanidad a través de los Presupuestos del Estado. Este reconocimiento resuelve la discusión en la liquidación del Cupo de 2002 por otra aportación hecha por el Gobierno central. El contencioso supuso el descuento de 32,5 millones, que posteriormente se elevaron hasta 50, en los flujos financieros entre las administraciones central y vasca. El acuerdo definitivo sobre este conflicto se debe alcanzar en la Comisión Mixta del Concierto, en la que se reúnen ambas partes. Previamente, el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que se reúne mañana, tiene que dar el visto bueno definitivo a la propuesta de financiación de la sanidad hecha por Zapatero..

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró hace una semana que el acuerdo en los otros dos litigios financieros está cerca. Ayer, desde el Gobierno vasco se aseguraba que se está redactando el convenio sobre los gastos ocasionados por la marea negra del Prestige. Sin embargo, pese a aceptar la buena voluntad de la Administración central, no ven tan maduro el acuerdo sobre financiación de la ampliación de la Ertzaintza. La resolución de los tres conflictos es un requisito imprescindible para el PNV para sentarse a hablar de los presupuestos de 2006. El propio presidente del PNV, Josu Jon Imaz, señaló ayer que espera que se culmine la negociación los próximos días.