Israel retira los últimos 3.000 soldados que tenía desplegados en la franja de Gaza
"Salimos con la cabeza bien alta y por propia decisión". Con estas palabras, el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, el general Dan Jalutz, dio ayer por acabados los 38 años de ocupación militar de la franja de Gaza. A continuación, ordenó la salida de los últimos 3.000 soldados, que deberá culminar hoy. La Autoridad Nacional Palestina se negó a participar en la ceremonia como protesta por las decisiones del Gobierno de Ariel Sharon de mantener durante seis meses cerrada su frontera con Egipto y de dejar en pie 24 sinagogas. Ahora serán derribadas por los palestinos, informa France Presse.
En medio de un escenario desolador, constituido por las ruinas del asentamiento de Neve Dekalim, en otro tiempo el florón y la capital de los 21 asentamientos de la franja de Gaza, se celebró ayer por la tarde la ceremonia de despedida, que culminó con la bajada de la bandera de Israel y la interpretación del himno nacional ante una fuerza exigua compuesta por unos 200 paracaidistas de la Brigada Guivati.
"Mañana [hoy para el lector], 12 de septiembre, representará el final de la presencia de Israel en la franja de Gaza, de 38 años de lucha contra el terrorismo palestino y de una floreciente colonización judía", aseguró el general Jalutz, militar polémico y de triste recuerdo para los palestinos, cerebro de la guerra sucia contra los líderes de la Intifada y defensor a ultranza de los "asesinatos selectivos". Fue responsable del lanzamiento de una bomba de gran potencia sobre un suburbio de Gaza en julio de 2002 que causó la muerte de 14 civiles y más de 150 heridos, en su mayoría niños.
La salida de Gaza había sido decidida horas antes por el Gobierno israelí en una reunión extraordinaria. Los ministros acordaron dar por acabada la Administración Militar, lo que deja el territorio en una situación jurídicamente ambigua, a medio camino entre la descolonización y la ocupación, ya que Israel continúa controlando aspectos clave como las aguas jurisdiccionales, el espacio aéreo y las fronteras. El Gobierno, presionado por los rabinos radicales, dio marcha atrás y anular la orden de destrucción de las últimas 24 sinagogas de la zona. Los templos serán derrumbados por las autoridades palestinas a partir de hoy mismo, según declaró a France Presse un portavoz de la ANP: "Se ha tomado la decisión de derrumbar todos los edificios dejados [por los israelíes]". Sólo quedará en pie una base militar, que servirá a agentes palestinos.
Apenas acabada la ceremonia de despedida, centenares de vecinos del campo de refugiados de Jan Yunes saltaron el muro para invadir las ruinas de lo que fue el asentamiento de Neve Dekalim. La entrada inesperada se produjo después de que los soldados israelíes cometieran su último acto de violencia, al disparar y herir a cuatro muchachos que les tiraban piedras desde un tejado.
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