La ex primera ministra ucrania acusa a Yúshenko de destruir el futuro del país
El presidente de Ucrania, Víktor Yúshenko, propuso en un principio a la ex primera ministra Yulia Timoshenko formar el nuevo Gobierno, pero ella rechazó, señaló ayer el nuevo secretario de Estado Oleg Ribachuk. La carismática política, sin embargo, relató que casi se le había presentado un ultimátum para que apoyara la destitución de miembros del Gobierno que la habían apoyado. Timoshenko calificó su cese de planificado e injusto y dijo que en Ucrania funcionaban dos gabinetes paralelos: el de ella y el de Piotr Poroshenko, el ex secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa.
"Es completamente anticonstitucional que se le haya dado a Poroshenko el derecho a dar órdenes y encargos a los ministros saltándose al jefe de Gobierno", señaló Timoshenko. El rostro dulce de la revolución naranja opinó que no la había destituido el presidente voluntariamente, sino por presión de su entorno.
Después de que en la reunión del miércoles con Yúshenko le exigieran condiciones para permanecer en su cargo de primera ministra, Timoshenko se reunió con su equipo para discutir la situación. "Ellos no estaban en contra de ser cesados, pero yo no pude hacerlo", explicó. La ex jefa de Gobierno opinó que "con su decisión el presidente de hecho destruyó nuestra unidad, nuestras perspectivas y el futuro del país". "De ahora en adelante estamos en equipos distintos y cada uno irá por su lado", manifestó, pero dijo no haber decidido todavía si se pasa a la oposición a Yúshenko o no. Antes de tomar la decisión definitiva, escuchará la opinión de sus partidarios, ya que no desea que "el caos se apodere del país".
La crisis política se desató en Ucrania debido a las acusaciones de corrupción hechas por influyentes políticos contra Poroshenko y Alexandr Tretiakov, asesor principal del presidente y a las dimisiones presentadas por quienes decían no querer compartir la responsabilidad por el sistema corrupto creado.
Yúshenko tuvo ayer una apretada agenda de consultas políticas, mientras el nuevo primer ministro, Yuri Yenajúrov, comenzaba sus negociaciones con diversas fuerzas parlamentarias para formar Gobierno. La próxima semana el Legislativo deberá votar para confirmar al primer ministro o rechazarlo. La oposición propuso ayer adelantar la aplicación de la reforma constitucional que debe entrar en vigor en enero próximo y de acuerdo con la cual los poderes del presidente se verán recortados a favor del Parlamento y el primer ministro.
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