La productividad crece sólo el 0,2% en el segundo trimestre del año
El dato aleja a España de Estados Unidos y la Unión Europea
La productividad se hunde aún más tras los cambios estadísticos. Un año y medio después de la llegada al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que señaló la productividad como uno de los caballos de batalla de su programa económico, los últimos datos de contabilidad nacional muestran que este indicador creció sólo un 0,2% en el segundo trimestre de 2005 y un 0,3% en el primero. Muy lejos del crecimiento medio de la UE y Estados Unidos, con incrementos superiores al 2% en los últimos años.
La última actualización estadística, que ha hecho emerger una riqueza oculta de unos 40.000 millones de euros, reduce aún más la productividad española, al aflorar un millón de empleos. La media del periodo 2001-2004 ascendía al 0,62%. Tras los cambios, se queda en el 0,4%.
"La economía española ha crecido más de lo que pensábamos, pero los datos de empleo son aún más espectaculares al aflorar la inmigración, que se concentra en trabajos relacionados con la construcción y los servicios domésticos, de baja productividad. Las cifras no son buenas, pero el verdadero problema puede aparecer si termina el boom de la construcción", asegura Meritxell Soler, de Analistas Financieros Internacionales.
Tras la revisión del PIB, el crecimiento medio de los últimos cuatro años supera el 3%, medio punto más que antes y por encima de la media europea. Desde 2000, el empleo ha crecido a una media del 2,7%, frente al 1,9% que se planeaba, lo que sitúa a España en los primeros lugares del mundo, según la OCDE.
La productividad es la relación entre lo producido (PIB) y los medios empleados para ello (empleo). La actualización de ambos indicadores coloca a la economía española por delante de las europeas, pero pone aún más en evidencia los problemas del patrón sobre el que se asienta el desarrollo económico.
Para Antonio Argandoña, del IESE, "a corto plazo no preocupa la caída de la productividad. El problema puede aparecer a medio y largo plazo". Si además del factor trabajo se observa la evolución de la productividad de todos los factores de producción, el crecimiento es incluso negativo, dice Soler. "España crece mucho, pero no crece bien", afirma. "La caída de la productividad es consecuencia de la mayor inversión en sectores poco productivos y la escasa inversión en innovación. La concentración de la inversión y el empleo en estos sectores genera dudas sobre la capacidad para sostener el crecimiento a medio y largo plazo", concluye.
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