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Txabarri culpa a los gobiernos vasco y central de no implicarse a fondo en Guipúzcoa

El diputado general pide "un compromiso firme" sobre una serie de proyectos estratégicos

El diputado general de Guipúzcoa, el peneuvista Joxe Joan González de Txabarri, abrió ayer el curso político lanzando una fuerte requisitoria contra el Gbierno vasco, que encabeza su partido, y el central, socialista. Txabarri afirmó que los actuales niveles de inversión de ambas administraciones en territorio guipuzcoano "no demuestran una implicación decidida" en unos proyectos que resultan "estratégicos" para la provincia. El diputado general pidió a ambos ejecutivos un "compromiso firme" para hacer realidad proyectos como la Y ferroviaria, el puerto exterior y la regeneración de la bahía de Pasajes, la situación del aeropuerto y los tranvías de San Sebastián y el Alto Deba.

Txabarri quiso hacerse eco ayer de un sentimiento latente y extendido entre las entidades económicas de Guipúzcoa: el territorio ha quedado relegado en los últimos tiempos en la atención inversora de los ejecutivos vasco y central. El diputado general precisó cuáles son esos retos estratégicos pendientes, todos ellos relacionados con la construcción o ampliación de nuevas infraestructuras de comunicación. Entre ellas figuran la Y férrea, el puerto exterior y la regeneración de la bahía de Pasajes, abordar la situación del aeropuerto de Hondarribia y los dos tranvías, el de San Sebastián y el destinado a cohesionar los pueblos del Alto Deba -Bergara, Oñati, Mondragon y Aretxabaleta- en una gran urbe interior.

Su crítica a ambos gobiernos por la falta de "implicación decidida" en estos proyectos estratégicos para el futuro de Guipúzcoa vino acompañada por la exigencia de un "compromiso firme" que permita hacerlos realidad, así como de una sutil advertencia sobre la necesidad de "una leal y efectiva colaboración institucional". La referencia resulta válida para todos los casos citados, pero especialmente para la Y, el proyecto que sigue siendo el gran objeto de conflicto en materia de infraestructuras entre las dos administraciones y buena parte de cuyo trayecto discurre como una columna vertebral por medio del territorio guipuzcoano.

Para compensar este tono crítico tan poco usual en él, González de Txabarri destacó como ejemplo de colaboración institucional -"el primer hito", dijo- el caso de Pasaia, con la constitución de Jaizkibia, la sociedad gestora para la regeneración de la bahía y la comarca de Pasaialdea y el corredor intermodal de Jaizkibel y el Bajo Bidasoa, en el límite con Francia. Junto a la Diputación se han sumado a esta sociedad los consistorios de Lezo, Oiartzun, Irun y Hondarribia. El diputado general anunció la próxima incorporación del Gobierno vasco, a la vez que instó a los ayuntamientos de San Sebastián, Rentería y Pasaia, todos ellos gobernados por el PSE, a integrarse rápidamente en la entidad para que Jaizkibia sea "operativa".

Carreteras y mayores

Con este impulso crítico y decidido abrió ayer Txabarri el curso político en una comparecencia pública acompañado por la presidenta de las Juntas Generales, Leire Ereño. Aprovechó para presentar los dos pilares básicos de lo que va a ser el "plan de trabajo" de la Diputación durante este periodo: las carreteras, para las que están previstas importantes inversiones desde la entidad foral, y la atención a las personas mayores dependientes.

Las inversiones en infraestructuras viarias suponen la principal actividad prevista por la Diputación, que prevé adjudicar en los próximos meses obras en carreteras por valor de 536 millones de euros. Los principales trabajos serán la construcción del tercer carril de la A-8 entre Aritzeta (en San Sebastián) y Orio; el desdoblamiento de la N-I entre Ventas de Irún y el alto de Gaintzurizketa; el tramo Mondragón-Eskoriatza de la Eibar-Vitoria, así como las variantes de, entre otros, los municipios de Pasaia, Urnieta, Andoain, Zumaia, Amezketa y Hondarribia.

Capítulo aparte merece la mejora de los accesos a San Sebastián, que supondrán una inversión de 214,5 millones de euros -190 millones sólo para el primer tramo del segundo cintural-, así como 24,5 millones más en el tramo entre San sebastián y Martutene de la variante del Urumea.

Txabarri añadió que todos estos planes, cuyas adjudicaciones "suman casi tanto como el presupuesto propio de la Diputación", son posibles gracias al crecimiento estable y el ritmo inversor de la economía guipuzcoana. Entre sus indicadores positivos destacan el crecimiento previsto del PIB un 3% este año, en que la tasa de paro se sitúa en el 4,1%.

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