El consistorio avala la seguridad de la discoteca incendiada
Un informe de la policía donostiarra descartaba irregularidades
El Ayuntamiento de San Sebastián corroboró ayer que la céntrica discoteca Discóbolo, destruida el miércoles por un incendio fortuito iniciado al parecer por un problema eléctrico, tenía su licencia en regla. Añadió que el local cuenta con un informe de la Guardia Municipal fechado el pasado julio en el que se descartaba cualquier irregularidad en la sala, que ha recibido varias quejas de los vecinos.
Los bomberos se tuvieron que emplear a fondo el miércoles para sofocar el incendio que arrasó la discoteca Discóbolo, pero, sobre todo, para eliminar el intenso humo que inundó el local, sito en el sótano del número 27 del Boulevard donostiarra. La ubicación de la entrada y salida de la sala y de su salida de emergencia -ambas discurren paralelas por las mismas escaleras separadas únicamente por un tabique- complicó la labor de ventilación, que se extendió hasta las 19.30, pese a que el fuego comenzó poco antes de las 10.30 y quedó sofocado hacia mediodía.
El incendio obligó a desalojar a los trabajadores de los negocios colindantes y a los 21 vecinos del portal número 1 de la calle Hernani, bajo el que se encuentra el local. Un día después del siniestro, los inquilinos seguían mostrando su alivio porque el fuego hubiera comenzado de día, cuando la discoteca se hallaba cerrada al público. En el momento del incidente se encontraba sólo en el lugar la mujer encargada de la limpieza, quien resultó ilesa. Sin embargo, los vecinos también continuaban poniendo en duda las condiciones de seguridad de la sala. En este sentido, esperan que si Discóbolo reabre sus puertas, el Ayuntamiento le exija mayores medidas a la hora de otorgarle de nuevo la licencia.
Fuentes municipales ratificaron ayer que la discoteca tenía su licencia en regla. Explicaron además que la Unidad de Control de las Ordenanzas Municipales (UCOM) inspeccionó recientemente el local y elaboró un informe, fechado el pasado mes de julio, en el que señalaba que no había apreciado irregularidad alguna en la sala, inaugurada hace ya 36 años. Este servicio de la policía local realiza revisiones periódicas en aquellas instalaciones que requieren vigilancia especial por ser más antiguas o estar situadas, por ejemplo, en bajos, como el caso de Discóbolo, según dichas fuentes.
En cuanto a las protestas de los vecinos, señalaron que "en los últimos años" no han recibido ninguna reclamación formal suya contra la discoteca, aunque sí lo hicieron en su día. Los inquilinos registraron en 1996 un escrito de queja en el consistorio y el Gobierno vasco a raíz de un conato de incendio que se originó en la instalación eléctrica.
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