La UE abrirá las negociaciones con Turquía con cautelas
Bruselas suspenderá el diálogo al mínimo incumplimiento del Gobierno de Ankara
Jack Straw, ministro de Exteriores británico, expresó ayer su plena confianza en que las negociaciones para la adhesión de Turquía comenzarán, como está previsto, el próximo 3 de octubre. Pero todos los ministros de Exteriores de la Unión acordaron que las negociaciones estarán supeditadas al pleno cumplimiento por Ankara de sus obligaciones para con la Unión. En caso contrario no se abrirán los capítulos correspondientes y se paralizará el proceso.
Firmar y ratificar es condición necesaria, pero también hay que cumplir, recordó la UE ante la amenaza turca de no permitir la entrada en sus puertos de barcos chipriotas. Los jefes de la diplomacia de todos los países de la Unión se reunieron ayer de manera informal en Newport (Gales) para tratar de la controvertida apertura de negociaciones con Turquía, un proyecto que suscita recelos en varios países europeos, hasta el extremo de que sólo el 10% de los austriacos están a favor de ella.
Las disensiones se agudizaron en agosto, después de que Ankara confirmara que el cumplimiento de su obligación de extender el protocolo aduanero a Chipre, como parte de los países de la ampliación de mayo de 2004, no implicaba el reconocimiento del país. Francia levantó su voz contra esta declaración y el Gobierno austriaco estuvo de acuerdo con Angela Merkel, la líder de la oposición alemana, de que sería conveniente ofrecer una relación privilegiada a Turquía en vez de la plena adhesión.
El ministro turco de Asuntos Exteriores, Abdulá Gül, echó ayer leña al fuego al manifestar que suscribir el protocolo aduanero no implica que los barcos chipriotas pueden atracar en puertos turcos.
Los ministros trataron de navegar en ese mar políticamente encrespado y, según Straw, "nadie cuestionó las conclusiones del Consejo Europeo de diciembre, reiteradas en junio" de que se van a abrir negociaciones para la adhesión de Turquía el próximo 3 de octubre. Se abrirán, pero no se sabe ni cuando ni como terminarán. Ante las declaraciones del ministro Gül, la UE se sintió ayer en la obligación de recordar a Turquía que la firma del protocolo aduanero era una de las obligaciones contraídas por Ankara. "No hace falta decirlo, los acuerdos se firman, se ratifican y hay que cumplirlos", señaló Straw. "Las dos primeras son condiciones necesarias, pero no suficientes. Esperamos que Turquía lo cumpla plenamente".
Para convertir en ineludible esa obligación, los ministros acordaron ocho puntos en una declaración a la que la semana entrante darán forma de documento vinculante sus embajadores en Bruselas. Tras indicar que la declaración de Turquía anexa al protocolo aduanero para subrayar que Ankara no reconoce a Chipre "carece de efecto legal sobre las obligaciones de Turquía", la UE señala en su contradeclaración que "mientras Turquía no cumpla sus obligaciones contractuales con la UE, no se abrirán las negociaciones sobre los capítulos correspondientes". Para Miguel Ángel Moratinos, jefe de la diplomacia española, "lo que tiene que ocurrir el final de proceso es una Turquía más europea".
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