"Soy una revolucionaria de la moda flamenca"
Un patio cordobés resguardado del sol: la casa céntrica, enorme taller y vivienda, de la amplia familia Martín.
Pregunta. Lo suyo con la moda, ¿le viene de familia?
Respuesta. Mis padres son vendedores ambulantes. Muy trabajadores. Somos cinco hermanos, y todos muy currantes, echamos 20 horas. Aunque ahora no está la cosa tan bien, cuando vendían mucho era en el tiempo bueno.
P. ¿Cuándo?
R. Pues hace años, cuando no estaba todo lleno de talleres de chinos. Llegaron a ser fabricantes en esa época buena, pero hoy eso no deja dinero. ¿Cómo vas a competir con un vaquero que te cuesta tres euros y que viene de China o Tailandia? ¿Y con Zara o Mango que venden a precios irrisorios? Ten por cuenta que nos tienen amargaítos.
P. ¿Usted dónde vende?
R. ¿Yo? Aquí, en casa. Y por toda España y en el extranjero.
P. ¿Y cómo se independizó?
R. Empecé en una academia privada, estuve dos años, gané un certamen de moda andaluza en Estepona y todo vino rodado.
P. ¿Cuál es su sello? ¿Qué aporta?
R. Soy una revolucionaria de la moda flamenca. Les meto tela vaquera, crochés, graffitis, le doy un aire hippy a las faldas...
P. Las famosas le han dado cancha, además.
R. Sí, desde que Eugenia Martínez de Irujo aparece con un traje mío salen como setas.
P. La ministra de Cultura, Carmen Calvo, también. ¿La aconseja usted bien?
R. La conozco de antes de ser ministra. Venía a mis desfiles, como la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar. La ministra es un encanto, tiene mucha personalidad pero se abre a nuevas tendencias, se deja orientar en muchas cosas. Tiene un estilo propio y eso me gusta de las personas. No todo el mundo se atreve a ponerse cosas atrevidas.
P. ¿Diseña más cosas, aparte de la ropa?
R. Joyería. He sido siempre muy inquieta y el arte lo he tenido siempre dentro. Mi intención es que mi ropa hable, que transmita. He podido estudiar, pero el alma está por encima de todo.
P. Claro, siendo flamenca...
R. Soy autodidacta, fijaos el tiempo que estuve en la escuela. Allí a todo el mundo se le hacía un mundo esto y yo montaba un desfile en 10 días. Yo creo que a los profesores les molestaba un poco, debían pensar: "Esa gitana, ¿qué se ha creído?". Me ponían obstáculos absurdos, no me dejaban entrar en clase si llegaba tarde... Dejé de ir muy pronto y me labré mi camino, y ahora, cuando me ven por la calle me dicen: "¡Ay, Juana, siempre creímos en ti!".
P. ¿Había racismo?
R. Racismo entre comillas.
P. El racismo es racismo, entre comillas y sin comillas.
R. El racismo es incultura, el que se interese un poquito por las cosas sabrá que los gitanos hemos aportado muchas cosas a este país y más a Andalucía: somos una cultura milenaria, riquísima.
P. Ahora es el tiempo del mestizaje. ¿Usted considera su trabajo así?
R. Yo soy de pura raza.
P. Eso va a sonar un pelo nazi.
R. Bueno, pues de pura raza, pero multicultural.
P. Y a Cibeles, ¿qué llevará? ¿Cómo va a vestir a la diosa?
R. Alegría, simpatía, encanto, aire flamenco. Cibeles tendrá este año ese aire gitano que nunca ha tenido.
P. ¿Modelos gitanas también?
R. Quiero llevar a alguna.
P. ¿A Triana?
R. ¡Qué grande es! Tiene sensibilidad, arte, duende, se come la pasarela.
P. ¿Y habrá música?
R. Llevo música en directo, cantará Manuel Lomba, que tiene un arte que alucinas. Quiero aportar contrastes buenos, frescura.
P. ¿Es anárquica?
R. A ver, defíneme.
P. Que si es caótica.
R. Soy constante pero me dan mis paranoias. Me puedo levantar a las cuatro de la madrugada y liarme a diseñar, como un espectro.
P. ¿Copia mucho?
R. No, voy a mi bola, estoy en mi mundo.
P. Pero se fijará en algunos. ¿Quiénes son sus maestros?
R. Hombre, algunos me gustan. Valentino, Galiano, Gaultier, Cavalli, Armani...
P. ¿Y le dan alguna idea de algo? ¿De verdad no les copia?
R. ¿Me estáis picando el billete? Pues estoy soltera y sin compromiso, sin perro, ni gato ni na.
P. ¿Ha pensado en hacer ropa de niños, que es muy rentable?
R. Primero tengo que asentarme en lo que hago, ir despacito. Yo, mediocre, lo justo. Antes mala que mediocre.
P. ¿Inconformista?
R. Soy inconformista, revolucionaria y abierta pero con principios éticos y estéticos.
P. ¿Inamovibles? ¿Por cuál empezamos?
R. El primero es el respeto a la gente y a uno mismo, lo que implica a una cultura y a unas raíces.
P. ¿Y es fácil conservar esos principios en su mundo ahora?
R. No quiero dejar de ser lo que soy para ser lo que quiero. Es decir, no tengo que dejar de ser gitana para ser diseñadora.
P. ¿Qué más?
R. Honradez y trabajo, eso rige mi vida.
P. ¿Es el momento de la mujer gitana?
R. De la mujer en general. Si a la mujer gitana se le deja sacar lo que lleva dentro, supera al hombre. España es muy machista. Yo llevo a gala el cartel de mujer gitana. Hoy estamos abiertas a muchas cosas. Y en Córdoba es donde más universitarias gitanas hay en España. Pero eso lo sabe poca gente porque vende poco.
P. ¿Qué vende?
R. Lo marginal, lo quinqui. Decir: "Ay, vas echa una gitana". Pero tú ves un gitano por la calle y tiene una elegancia superior. Natural. ¿O no?
De la venta ambulante a Pasarela Cibeles
Zurcido a zurcido, Juana Martín va abriéndose paso flamenco en el mundo de la moda. Tiene 30 años y ha cambiado la camioneta de la venta ambulante que todavía utilizan sus padres para ir a los mercadillos por un taller en Córdoba al que acuden las celebrities patrias. Allí diseña su ropa colorida y llena de salero con modelos exclusivos, mínimo 1.500 euros. Gitana cien por cien, ha dado la vuelta a la ropa del folclore y la ha adornado de tela vaquera, bordados y estampados llamativos con tonos explosivos. El 8 de septiembre lucirá por primera vez su colección en la Pasarela Cibeles.
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