Brasil quiere "un culpable" por la muerte de De Menezes
Manoel Gomes Pereira, uno de los dos funcionarios enviados por el Gobierno brasileño a Londres, declaró ayer que cuando concluya el trabajo de la comisión independiente que investiga la muerte del electricista brasileño Jean Charles de Menezes, "alguien debería ser considerado culpable".
"Creemos que hemos llegado a una situación en la que el Gobierno de Brasil merece algunas respuestas", añadió Pereira, director del Departamento de Brasileños Residentes en el Extranjero, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores de su país. Gomes Pereira calificó de "muy pobre" la indemnización de 15.000 libras (22.000 euros) que Scotland Yard ofreció a la familia De Menezes.
La conferencia de prensa del funcionario brasileño se produjo ayer después de que varios periódicos y políticos salieran en defensa de jefe de Scotland Yard, Ian Blair. Ningún medio, hasta el momento, ha pedido la dimisión de Ian Blair. El alcalde de Londres, el laborista Ken Livingstone, declaró ayer que las filtraciones de la semana pasada que pusieron todos los focos sobre su cabeza provienen de sectores de la policía contrarios a las reformas que ha emprendido Ian Blair dentro del cuerpo.
Por otra parte, en contra de lo que se había afirmado hasta la fecha, los cuatro suicidas que mataron a 52 personas el 7 de julio en Londres accionaron la bomba mediante un botón y no con la alarma de ningún móvil, como hicieron los terroristas del 11-M en Madrid. Varios policías confirmaron al diario The Guardian que las bombas explotaron presionando un mecanismo similar a un botón. El hallazgo, seis semanas después de los atentados, puede servir a los investigadores para saber los conocimientos técnicos que poseían los terroristas.
Tres llamadas
Ayer se supo también que uno de los cuatro terroristas, Hasib Husain, de 18 años, el que se mató en el autobús, llamó a sus tres cómplices justo antes de matarse, según publicó el diario Evening Standard. Husain tenía planeado subirse a un tren de los que recorren la línea Norte en dirección a las estaciones de Euston y Camden Town. Pero el servicio se había suspendido. Fue alrededor de las nueve de la mañana cuando efectuó las tres llamadas. Pero nadie le contestó. Los otros terroristas se acababan de suicidar en tres estaciones de metro.
Fuentes de la policía aseguran que ese hecho demuestra que los terroristas no habían planeado atentar contra un autobús y que fue una decisión espontánea de Husein. En el autobús murieron 13 de los 52 pasajeros asesinados ese día.
Los expertos en la lucha contra el terrorismo creen improbable que un miembro de Al Qaeda fuese el cerebro de los atentados porque, de ser así, Husein lo habría llamado a él.
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