El Gobierno mantiene la confianza en Arruche, pese a las peticiones de dimisión

El Gobierno mantiene la confianza en el director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, pese a considerar "desafortunadas" sus declaraciones tras la muerte, presuntamente por malos tratos,del agricultor Juan Martínez Galdeano en las dependencias del cuartel de Roquetas del Mar (Almería), el pasado 24 de julio. Con esta posición, La Moncloa pretende detener el aluvión de peticiones de dimisión de Gómez Arruche que arreciaron ayer tras manifestar la víspera el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, que sus excusas fueron "insuficientes".

Álvaro Cuesta: "Ha sido desautorizado por sus declaraciones, no por su gestión"

Gómez Arruche, tras hacerse pública la muerte de Martínez Galdeano, no se refirió, al contrario que los portavoces del Gobierno, a la necesidad de investigar a fondo los hechos. Sin embargo, hizo una amplia referencia al uso de las porras eléctricas, como la que utilizó contra el detenido el guardia civil al mando del cuartel, en estos términos: "No son armas, sino defensas. Tampoco es que sea un arma eléctrica, que sólo se ha visto en las películas. Otros países las tienen, nosotros, no, y, aunque se compraron en un tiempo, luego se decidió no usarlas por el peligro y no las tenemos como dotación".

Estas declaraciones fueron calificadas como "desafortunadas" por el ministro del Interior, José Antonio Alonso, en su comparecencia en el Parlamento, el 11 de agosto, aunque el ministro también aclaró que no iba destituir a Gómez Arruche porque tenía su plena confianza. "Se equivocó y estuvo desafortunado. Todos nos podemos equivocar en un momento dado. Pero goza de la confianza del Gobierno (...) El juicio a los subordinados se hace por los hechos, por lo que hacen, más que por lo que dicen".

El propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al que también disgustaron las declaraciones del director de la Guardia Civil, dijo dos días después que si Gómez Arruche hubiera perdido su confianza "pasarían cosas distintas de lo que están pasando estos días" y aludió positivamente al papel del director del instituto armado en la investigación de los hechos. Arruche fue elegido para el cargo directamente por Zapatero.

Una fuente cercana al presidente del Gobierno se remitió ayer a aquellas declaraciones de Zapatero del 13 de agosto para afirmar que nada ha cambiado desde entonces. En este contexto, ha disgustado en La Moncloa que el secretario de Organización del PSOE haya reabierto el debate sobre Gómez Arruche tres semanas después de haberse producido para significar que sus disculpas han sido "insuficientes". Tras el revuelo, Blanco precisó ayer que con sus declaraciones no pretendía reabrir el debate ni tampoco iniciar una campaña a favor de la dimisión de Gómez Arruche: "Sólo pretendía explicar mi posición ante este tema".

Pero las declaraciones del secretario de Organización socialista han levantado un aluvión de peticiones de dimisión no sólo en el primer partido de la oposición, el PP. También el líder de IU, Gaspar Llamazares; Josep Maldonado, de CiU, y las asociaciones de la Guardia Civil la han solicitado, y han generado un desconcierto en las filas socialistas. El secretario de Libertades Públicas del PSOE y presidente de la Comisión de Justicia del Congreso, Álvaro Cuesta, precisó que Gómez Arruche ha sido desautorizado por el propio Gobierno por algunas de sus declaraciones, pero no por su gestión del caso Roquetas.