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El ministro de Hacienda de Brasil asegura que no habrá cambio de rumbo económico pese a la crisis

La estabilidad económica de Brasil está garantizada y no habrá ningún cambio de rumbo en la política del Ministerio de Hacienda, cualquiera que sea el desenlace de la crisis que afecta al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, según afirmó ayer el ministro Antonio Palocci. El ministro negó categóricamente las denuncias de corrupción vinculadas a la etapa en que fue alcalde de Ribeirao Preto, en el interior del Estado de São Paulo.

Durante más dos horas, Palocci habló en una conferencia de prensa que despertó gran expectación, para rechazar con todo lujo de detalles las acusaciones de Rogério Buratti, antiguo secretario del ministro actualmente en prisión por varios delitos. La semana pasada este ex funcionario declaró que Palocci recibió de empresas de saneamiento sobornos de 50.000 reales (16.000 euros) al mes, que supuestamente iban a parar al Partido de los Trabajadores (PT) en los noventa. "Colaboraré con la Justicia para todo lo que sea necesario y aportaré todas las informaciones que me sean solicitadas. En realidad ya estamos colaborando", dijo.

"Las denuncias deben hacerse con pruebas. Estoy muy tranquilo. Sé lo que hice y lo que no hice", añadió Palocci. "No es verdad que recibí dinero para el PT. Lo sabe quien lanzó la acusación. No soy infalible, soy un ser humano. Cometo errores, no soy insustituible, y sé que la política económica de Brasil seguirá conmigo o sin mí al frente del ministerio", afirmó.

El ministro responsable del principal eje de la política gubernamental de Lula da Silva admitió que el viernes puso su cargo a disposición del presidente para no entorpecer las investigaciones, cuando la Bolsa cayó y el dólar subió a raíz de las acusaciones de Buratti. "El presidente me dijo que no desea que me aparte del Gobierno, ni con carácter provisional", dijo.

Diversos sectores, incluida la nueva dirección del PT, reclaman cambios en la política económica, entre otros una disminución de los elevados tipos de interés fijados por el Banco Central. "No son medidas fáciles ni políticas para agradar a todos, sino para colocar a Brasil por la senda del crecimiento sostenible y la estabilidad", replicó el ministro, que recordó que el equipo económico llegó al Gobierno "en las peores condiciones", con inflación, deuda pública y carga tributaria muy elevadas.

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