Más responsabilidad fiscal

Los fondos públicos destinados a sanidad son insuficientes. Ésa es una máxima aceptada tanto por el Gobierno como por las comunidades autónomas, que no se han cansado de reclamar cambios en la financiación de la sanidad para tapar un agujero que crece cada año. Todas las previsiones han saltado por los aires, dado que el aumento de la población ha superado con creces las expectativas con las que se cerró el acuerdo entre el Gobierno central y las comunidades hace cuatro años.

Pero la solución que baraja el Ejecutivo -aportar 1.500 millones en los dos próximos años y que las comunidades se hagan cargo de 1.500 millones más tras el cambio de modelo- no es exactamente lo que reclaman las comunidades.

El sistema de financiación pactado en 2001 cifraba en cerca de 1.900 millones de euros la insuficiencia en la financiación de la sanidad, con datos de 1999. En 2003, el déficit sanitario ascendía ya a 4.900 millones: la cifra mágica, esos 3.000 millones, no dejaría el contador a cero, pero sí en el nivel de déficit que el Gobierno y las comunidades consensuaron en 2001: los 1.900 millones.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) sacó a relucir precisamente la cifra de 3.000 millones -además del cambio en el modelo de financiación- a mediados de agosto, como condición para apoyar los Presupuestos. El Gobierno propone dar justamente la mitad, 1.500 millones en dos años, y que las comunidades se hagan cargo del resto en los dos años siguientes, con las medidas pactadas en la Conferencia de Presidentes, en octubre de 2004.

¿Cuáles pueden ser esas medidas? Junto a la aportación del Estado, el Ejecutivo pretende dar mayor capacidad normativa a las comunidades autónomas; es decir, la posibilidad de subir impuestos -sobre el alcohol y el tabaco, por ejemplo- en lugar de reclamar más fondos al Gobierno.