La fiscalía se plantea si actúa contra dirigentes de Batasuna por la manifestación de San Sebastián
La fiscalía de San Sebastián está analizando la posibilidad de actuar contra los dirigentes de la ilegalizada Batasuna que participaron el domingo en la marcha improvisada por la izquierda abertzale en la Parte Vieja donostiarra, después de que la Ertzaintza frustrase el recorrido de la manifestación prohibida por las calles del centro. El fiscal jefe, Jaime Goyena, quien hizo ayer esta apreciación, confirmó que la fiscalía imputará a los siete detenidos el domingo, de los que tres han ingresado en prisión, cuatro delitos: atentado, lesiones, desórdenes públicos y manifestación ilegal. Agentes de la Ertzaintza detuvieron esta madrugada en Barakaldo a otra persona en relación con los altercados, según fuentes de la lucha antiterrorista. Tras su arresto, Unax R. B., que fue detenido en su domicilio, deberá prestar declaración sobre su participación en los incidentes.
El consejero vasco de Interior, Javier Balza, ya había anunciado la intención de su departamento de depurar todas las responsabilidades por la manifestación que Batasuna improvisó en San Sebastián el domingo, incurriendo así en "desacato a los tribunales". Interior prohibió la marcha convocada en el Boulevard donostiarra, decisión que ratificó el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
El ex concejal donostiarra de EH Iñigo Balda, convocante de la movilización, optó finalmente por presentar un escrito a la Ertzaintza para anular la convocatoria. Sin embargo, se presentó en el acto celebrado tras la manifestación alternativa en la que participaron responsables de la formación ilegalizada, como Joseba Álvarez, Pernando Barrena o Juan Joxe Petrikorena.
"En principio, parece que se van a adoptar" medidas contra dirigentes de Batasuna, explicó Goyena a dos agencias de información, pero aún se está "organizando y planificando el asunto". La juez de guardia tomó el martes declaración a los arrestados en calidad de imputados y ordenó el ingreso de tres de ellos en la prisión de Martutene, al considerar que tuvieron "un carácter especialmente dirigente" en los altercados. Los otros cuatro quedaron en libertad con cargos y con obligación de comparecer cada lunes en el juzgado.
