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LA RETIRADA DE GAZA

El Ejército israelí toma el control del bastión de los colonos radicales

Los soldados iniciarán hoy la expulsión forzosa del asentamiento de Neve Dekalim

Fuerzas del Ejército israelí irrumpieron ayer por la noche en el asentamiento de Neve Dekalim, capital de los enclaves de Gaza, para tomar posiciones y prepararse para expulsar por la fuerza a los colonos que se nieguen a abandonar sus casas. La operación sorpresa, destinada a minar la moral de los reticentes, se desencadenó pocas horas antes de que venciera el ultimátum de 48 horas dado por el Ejército a los colonos para que evacuaran voluntariamente. La mitad de los 8.000 colonos de Gaza ya se encuentran en zona israelí, en poblados provisionales, anunció ayer un portavoz militar.

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Centenares de soldados y policías israelíes penetraron ayer al inicio de la noche por la puerta principal del asentamiento de Neve Dekalim, en una operación sorpresa, destinada a minar la moral de los colonos que se nieguen a abandonar sus casas. Las fuerzas de seguridad se adentraron varios centenares de metros en el núcleo urbano, para tomar posiciones en los puntos estratégicos.

Neve Dekalim contaba, según los últimos censos, con una población de 2.536 habitantes, de los que poco menos de un 30% habría ya abandonado el asentamiento. "El Ejército y la policía han entrado en Neve Dekalim para ayudar a los residentes que deseen irse durante la noche", aseguró un portavoz militar a la prensa israelí.

Las familias de Neve Dekalim que aún permanecen en el enclave se han encerrado en sus casas, donde en los últimos días hacían acopios de alimentos. Los voluntarios, jóvenes radicales, miembros de la revuelta naranja (el color que simboliza la resistencia a la evacuación de Gaza) se han instalado en el interior de algunas de las tres sinagogas, dispuestos a sobrellevar una larga velada. En la mayoría de los casos, se trata de infiltrados provenientes de los asentamientos de Cisjordania, especialmente de Hebrón y Tekoa.

"Iremos casa por casa e invitaremos a los vecinos a abandonar el asentamiento de Neve Dekalim, sólo más tarde lo haremos por la fuerza", aseguraba a primera hora de la noche de ayer el comandante en jefe de las tropas israelíes, el general Dan Harel, dando así el pistoletazo de salida de una operación que se anuncia dura y penosa.

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Pocas horas antes de que se llevara a termino este "golpe de sorpresa" contra Neve Dekalim, un portavoz oficial del Ejército anunció que cerca del 50% de los residentes habían abandonado voluntariamente la franja de Gaza y se habían instalado en Israel. Este balance oficial se veía completado con una noticia esperanzadora, según la cual se había vaciado sin contratiempos y también de manera voluntaria el primer asentamiento de la zona, Dugit.

Este enclave fue fundado hace 15 años y hasta ayer había vivido allí una próspera comunidad de pescadores compuesta por 66 personas. Dugit, el asentamiento situado más al norte de la franja de Gaza, se ha convertido para la Administración israelí en un ejemplo de pragmatismo político.

La gran preocupación del Ejército, sin embargo, no sólo son los colonos reticentes que se niegan a abandonar sus casas, sino este ejército de revoltosos que ha conseguido infiltrarse en las últimas semanas en los asentamientos de Gush Katif o que, desde todos los puntos de Israel, trata de llegar hasta la franja de Gaza.

Se calcula oficiosamente que el número de infiltrados es dos veces más grande que el de los colonos por desalojar. Pero, además, las organizaciones radicales, en especial el Comité Conjunto contra la Expulsión, han dado orden a sus militantes y simpatizantes de dirigirse con todos los medios posibles hacia la zona de los asentamientos.

La batalla no ha terminado

"Mientras queden judíos en Gush Katif la batalla no se ha perdido, todos estáis invitados a tomar parte en ella", aseguró ayer por la noche un comunicado conjunto difundido en todo Israel. En el mismo comunicado se anunció que una flota de autobuses están dispuestos a partir desde diferentes puntos del país.

El ministro de Defensa, Saul Mofaz, consciente de los peligros de esta revuelta naranja, dio ayer un puñetazo sobre la mesa y ordenó actuar con firmeza. En una declaración a la televisión pública, Mofaz confirmó que la evacuación por la fuerza de la franja de Gaza empezará "justo después de media noche". "Hasta entonces, ayudaremos a las familias que quieren irse a mudarse".

Cerca de 800 militantes de extrema derecha y colonos radicales han sido detenidos en los últimos dos días, cuando trataban de llegar a Kisufim, el corredor que conduce a Gush Katif. La policía israelí detuvo, por su parte, por algunas horas a tres dirigentes colonos, a los que puso en libertad después de que se comprometieran a no volver a la zona de los asentamientos.

Un militar israelí ayuda en Gush Katif a una mujer que se ha desmayado.
Un militar israelí ayuda en Gush Katif a una mujer que se ha desmayado.EFE

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